De lado a lado
Tú y yo estamos de lado a lado. La vida ha querido que nuestros caminos, que parecían estar unidos para siempre, se dividieran como si dividen los ríos hasta llegar al mar. Sin embargo, nuestras rutas son tan distintas que dudo mucho que nos encontremos algún día en un punto y hora exactos.
De tu lado, la juventud grita por todos los rincones; se desborda la energía y la insensatez reina en tu maravilloso espacio que no es más que una suerte de cerebro de adolescente incomprendido. De tu lado, los cabellos tienen vida y la piel es de manzana. Los ojos brillan, los pies corres y los huesos todo lo soportar; por su parte, las manos no saben acariciar y los sexos, aparentemente dormidos, se preparan para estallar de manera desenfrenada sin saber que harán parte del interminable circulo narcisista que terminará cuando estén de mi lado.
De tu lado, los miedos se construyen día a día y forjan la mentalidad de los futuros locos, de los dependientes, de los incapaces, de todos aquellos que necesitan una pastilla para conservar la calma o de quienes no mueven un dedo si otra persona no les dice cómo hacerlo.
Ese es tu lado, el principio del fin que desemboca justo en mi lado, en donde la vida huele a orín, a vómito, a cáncer, a mierda con sabor a pasta italiana. Sí, de mi lado la vida se extingue a cada instante y no hay nada que pueda evitarlo, ni siquiera Dios. De mi lado la muerte, las pieles marchitas, los lamentos sin fuerza, los ojos sin brillo, los pies que ya no pueden andar, los huesos que nada soportan, las manos que ya no pueden acariciar y los sexos, los horrorosos sexos que quiere ser arrancados por culpa del abuso físico y emocional que les han dado sus dueños.
Así es, de lado a lado vivimos nuestras vidas; tú allá, yo aquí. Tú viéndolos crecer, yo viéndolos morir y nuestro amor se debate entre la vida y la muerte, entre las escenas que se repiten, los gritos, los lamentos y una niebla espesa que ya no nos permite vernos, aunque la mañana se pinte de colores y sea un día para que quienes están en el medio… puedan celebrar.
