Opinión

Guerra sin cuartel… y sin comandante

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

Lo que ocurrió esta semana en la petrolera china Emerald Energy en el Caquetá, es, por decir lo menos, indignante. El Gobierno Petro dejó solos a los policías en medio de un conflicto que llevaba más de 40 días y del que él mismo parece cómplice al retirar el apoyo policial en esas zonas, argumentando que era un ejército “para cuidar tubos”, “con tecnología especializada en cuidar la infraestructura petrolera del país” y “financiado por el petróleo”, sector que es evidente, ya no es parte de las prioridades del Gobierno. Esto permitió que mil hombres de la Guardia Campesina se tomaran las instalaciones de la empresa, secuestraran durante 30 horas a unos 70 de los casi 100 policías que la defendían, asesinando a uno de ellos y a un civil.

Sin embargo, el ministro del Interior Alfonso Prada considera los delitos cometidos por la guardia Indígena como “una movilización social de campesinos” que “hizo un cerco humanitario que impidió la movilidad de unos miembros de la institución policial y de la empresa” en donde ellos “intentaron claramente, evitar confrontación y proteger incluso la vida de quienes estaban en ese momento”. ¿Ya les enviaría tarjeta de agradecimiento por no haber asesinado sino, a dos personas, después de querer destruir una compañía?

Dejar a Emerald Energy sin apoyo policial, permitir la intromisión de la Guardia Indígena para que interfiera y ocasione la suspensión de las operaciones y exaltar sus acciones, evidencia que el Gobierno Petro se encuentra de acuerdo con lo que hicieron y los respalda, lo que me lleva a pensar ¿Es esta una guerra sin cuartel y sin comandante? Porque un verdadero comandante en jefe no entrega a sus hombres y los deja a su suerte, arriesgando sus vidas, sólo para lograr su fin. ¿Será que este es el plan Petro para adelantar la transición energética, en vista de que los colombianos, por las vías normales y racionales no lo dejaremos, básicamente, porque aún no esclarece cómo la realizará sin poner en riesgo la estabilidad económica del país?

Por su parte, Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) manifestó que la empresa china estaría considerando irse del país, lo que ocasionaría no solo más desempleo en la zona, además, se perderían los $3.000 millones de pesos en inversión que tenía presupuestada, todo porque el campo quedó prácticamente destruido. Una empresa menos generando empleo en un país donde cada día se hace más difícil subsistir.

Infortunadamente, el escándalo de Nicolás Petro, con el que quizás no pase nada, está opacando la gravedad de esta situación. Los policías que perdieron la vida se olvidarán en el horizonte con la misma rapidez con la que se comenzarán a conocer todas las páginas de los chats que intercambió el diputado con su exesposa, donde le narraba cómo conseguía dinero y puestos para sus amigos. Ojalá de este penoso incidente sí logremos obtener algún resultado que beneficie al país.

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