Opinión

La Maldición de la Belleza

 Siomara Arango Rodríguez

Siomara Arango Rodríguez

Toda la vida nos han dicho “no existen mujeres feas, sino mal arreglada; sin dinero o todas son hermosas por dentro, lo importante es la esencia, etc.”

Pero existen mujeres hermosas por fuera, si, ellas a las que califican de vagabundas otras mujeres solo por acaparar miradas, ellas que sin importar lo que pase como se vistan o si se peinan o maquillan, siempre brillan con su belleza, esas que al sonreír pueden contagiar hasta al malhumorado y hacer que sonría también, ellas que desde niñas lidian con los comentarios sobre su apariencia y miradas lascivas de familiares que no se atreven pero se las comen con la mirada escondido en un “que linda que esta la niña, como ha crecido”; ser bella puede ser una maldición, muchas veces se sienten sobrepasadas con los piropos o cumplidos que no se quieren recibir, invitaciones que no quieren aceptar, que en esta sociedad machista de por si confundan lo laboral con lo personal y se cree una obligación a aceptar.

La maldición de la bonita también esta dada en la falta de amistades sinceras, pues atraen tantas personas a su vida solo con la intensión de decir “soy la amiga o amigo de …” pues les crea estatus social sin importar económicamente cual sea su estrato, la bonita siempre llama la atención; pero cuanta falsedad se encuentra, pues ni siquiera se toman el tiempo para conocerla, la critican, la juzgan, pero siempre con la hipocresía de seguir juntándose para hacer algo. No quiero generalizar, también cuentan con amistades verdaderas esas personas que vieron su esencia y no su belleza física (pocas en realidad). La maldición de la bonita radica en encontrar esas verdaderas amistades, como pescando en río revuelto, ¡que agotamiento!

Y qué me dicen de una relación de pareja, esa si que es una maldición; todos quieren conquistarla, mensajes, llamadas, obsequios, invitaciones y cuando logran su cometido, cuando ella enamorada entusiasmada y con ganas de amar y dejarse amar esta, salen con el “ no te quiero lastimar”, “eres hermosa y podrías tener al mejor hombre del mundo”, “no estoy listo”, “eres maravillosa, no eres tú, soy yo” y así transcurre la vida de la bonita, con su maldición a cuestas, juzgada y envidiada, criticada y desconocida, sola y con poca esperanza de encontrar un amor sincero, sin miedo a que por ser bella, “venga otro y se la quite”, o “ es que si es tan bonita la miran mucho y eso no me gusta”.

Todas las mujeres somos hermosas en esencia, algunas (igual que los hombres) según sus experiencias, viven su vida y aprenden a defender sus emociones para no salir lastimados, no existen las personas malas o buenas, solo quienes tienen más vacíos que otros.

La maldición de las personas bellas, es que aparte de sus vacíos, lidiar cuando alguien llega a su vida; también deben evaluar si esa persona con sus vacíos le puede generar sufrimiento y aprender a cuidar aún más sus emociones, amarse aún más para soportar cada mirada, cada mal comentario o el rencor de aquel o aquella a quien se le dijo no gracias y no le gusto, fortalecer mucho más su autoestima, para soportar los conquistadores que cual político en campaña, promete no lastimar solo amar.

Realmente se vive una maldición cuando la belleza atrae de todo, hasta lo que no queremos atraer…

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba