Lo realmente importante
Estamos yendo a velocidad luz a una levedad de agendas públicas informativas nacionales. Nos ocupamos de si el Presidente es católico y va a la misa del señor de Monserrate en la Catedral de Bogotá; pues déjenlo es su creencia y desde que no nos vuelva a un Estado confesional (bueno públicamente) no hay lío.
Que si el senador Uribe salió en la foto de reseña judicial con los ojos claros u oscuros, si se ve más viejo de lo que es, tiene cara de emoticón o de bravucón. Tontadas. Que se defienda ante la justicia y entregue pruebas y controvierta las que hay en su contra. Que Petro porque se puso rabioso esta semana y si Fajardo le contestó con más o menos tibieza que en su tweet anterior.
Peligroso, absurdo y altamente inmoral que resulte cierto que como Presidente de TODOS los colombianos Duque haya llamado a un Vicepresidente extranjero (EEUU) a que amedrente a los jueces del país, para que tomen una decisión en favor de su jefe político. Eso sí ameritaría toda una investigación, un juicio político y sobre todo ciudadano, que es más importante, y su renuncia ipso facto.
El querer colocar Procuradora de bolsillo, tenga Fiscal General y compañero de parrandas de un señalado mafiosín que patrocinó su campaña presidencial, que haya metido la mano para Defensor del Pueblo, eso debe generar investigaciones y solicitud de explicaciones diarias, porque es un libreto para ahogar la democracia, asfixiar los derechos humanos, meter miedo a los ciudadanos y sus justos reclamos de regímenes tiránicos corrompidos como Venezuela, Cuba, Nicaragua, China, Rusia y ahora Colombia. No olviden que el próximo raponazo va hacia La Registraduría y el Sistema Nacional Electoral, en forma de reforma política, de partidos políticos y corporaciones públicas. Reforma electoral, voto electrónico solamente, destruyendo físicamente papeletas para evitar la comprobación posterior. ¡Cuidado! No olvidemos lo del hacker y lo de la trama Rusa en USA y países europeos. ¡Atención!
Están volviendo a borbotones las masacres en varias zonas del país. Las disidencias de las FARC y el ELN ya se pelean territorios entre ellos y con los “nuevos” grupos de paracos, el cartel del golfo y hasta los mexicanos a plena luz del día y en zonas no tan despobladas.
Matan vilmente a nuestros niños y jóvenes. Lo sucedido en las últimas semanas es poco menos que atroz. Sucedió con poco intervalo de tiempo Nariño ayer, el Valle, los llanos y con los que jóvenes iban a llevar su tarea al colegio. No hay derecho.
Se naturalizó y volvió parte del paisaje que cada semana maten a un líder social, comunal, defensor de derechos humanos o del medio ambiente y mucho más que no se sepa porqué o bajo órdenes de quién. Inconcebible.
No se conocen públicamente, ni están colgados en una web o plataforma los supuestos a apoyos estatales a empresas colombianas para pagar y mantener sus nóminas, claro respetando su identidad jurídica, pero precisando cómo se llaman y en qué ciudad están. Absurdo. Simplemente cifras generales. Por qué no se dice banco por banco cuántos de esas líneas de apoyo a empresarios chicos y grandes del país se han dado y se publican. Presiento que es porque es una mentira montada. Los bancos siguen haciendo lo que quieran con la miseria de los colombianos y el Presidente pareciera guarda cómplice silencio y frotase las manos. A ver: un reto, publiquen esos listados.
La economía nacional se quebró, millones de comerciantes arruinados y no hay claridad de reactivación. Estamos en contracción dicen expertos, el Ministro de Hacienda es como “gasparín”, solo aparece para asustar y decir que se requieren reforma tributaria, fiscal, laboral, pensional y hasta del fútbol colombiano y que la solución son más impuestos a colombianos pobres y la clase media; el Banco de la República guarda silencio como diciendo no me quiero quemar y las multinacionales y terratenientes calladitos. Nuestros Congreso la verdad es que lo único que está produciendo son gastos y largas y estériles discusiones por zoom.
Es hora de acabar con esa pandemia del marasmo y la inercia informativa de temas sin ton ni son y ocuparnos de los relevantes para todos, sobre todo que no sigan los manchones de sangre en el país como pintas en un perro dálmata.