Nadie les quita lo bailado

Esta frase y sus acepciones, que han acompañado toda suerte de situaciones, desde las que generan alegría hasta las que parecen una locura, hoy, es la que acompaña a los habitantes del barrio Bosques del Limonar en Cali.
Esta comunidad, desde diciembre de 2021, ha padecido las consecuencias de tener una “rumba a cielo abierto” que sólo ocasiona un ruido constante que impide dormir, gracias a sus actividades que hoy, se dan de miércoles a sábado casi todas las semanas; microtráfico, porque para nadie es un secreto que los eventos masivos acompañados por el alcohol, traen consigo vendedores y compradores de sustancias psicoactivas, lo que significa personas de dudosa reputación y comportamiento en su sector, porque todos sabemos lo que ocasiona el consumo de estupefacientes en sus consumidores; congestión vehicular, porque el acceso al lugar no tiene la capacidad necesaria para un ingreso masivo.
Desde que se instaló La 66 Central Park, la comunidad buscó ser escuchada por los entes de control, dándoles a conocer los múltiples inconvenientes que este establecimiento ocasionaba. Infortunadamente, llegaron a “oídos sordos” y nadie, en la Administración anterior, prestó atención. ¿Se imagina entre diciembre de 2021 y diciembre de 2023, cuántas noches pasaron sin dormir o sin lograr un sueño reparador los habitantes de la zona? Ambas cosas son complejas y si usted ha pasado una noche sin dormir por culpa de un vecino bulloso, puede hacerse a una idea de lo que ha padecido esta comunidad de manera continua y por más de dos años y medio.
Afortunadamente hoy, la inspectora de la Comuna 17 está atendiendo los requerimientos de la comunidad y ha comenzado un proceso para escucharla y conocer la evidencia que soporta sus reclamos, porque todo debe hacerse con un debido proceso. Confiemos en que el resultado favorezca a quienes han visto perjudicada la paz de sus hogares, deteriorado su sueño y alterada la seguridad de su entorno, porque nunca podemos perder de vista que los derechos de unos terminan donde comienzan los derechos de otros y el bien general es el que debe prevalecer.
Pero el ruido no es un problema exclusivamente de Cali. Por ello, el representante a la Cámara por Antioquia Daniel Carvalho, ha estado trabajando durante más de un año en lograr la Ley contra el Ruido, que busca crear una Política de Calidad Acústica en nuestro país. A esta ley, solo le falta un debate en la plenaria del Senado para ser realidad, porque es hora de tener una ley que apoye la salud, el respeto por la intimidad de los hogares y que permita aplicar el Código de Policía con toda severidad. Los colombianos atravesamos situaciones difíciles como sociedad de manera constante, pero preservar la paz al interior de nuestros hogares, es esencial para garantizar nuestra salud física, mental y todo lo que ella conlleva.
Es cierto que aún no hay medida que regule a La 66 Central Park, pero también es cierto que la comunidad, al ser escuchada, está recuperando la fe en el sistema. También es cierto que la decisión que se tome ahora, no repondrá las noches sin dormir que afectaron a tantas personas, pero les dará la tranquilidad al saber que la ley y el beneficio general, se impone. Confiemos de nuevo en el sistema y demos el voto de confianza al debido proceso que lleva la inspectora de la Comuna 17 en Cali y al representante Carvalho, quienes, desde sus cargos, trabajan para lograr una mejor vida para todos. En mi concepto, que he padecido el flagelo del ruido, héroes silenciosos. Ojalá se unan más héroes para respaldar esta causa.