Petro denuncia seguimiento de EE. UU. a su familia y defiende compra de aviones Gripen

El presidente Gustavo Petro reaccionó con contundencia a una publicación del diario El Tiempo, en la que se advierte que el Gobierno de Estados Unidos estaría evaluando nuevas sanciones contra figuras cercanas a su administración y a la primera dama, Verónica Alcocer, quien ya figura en la llamada “lista Clinton”.

A través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), el mandatario señaló que el artículo “solo demuestra dos cosas, ambas terribles: uno, que EE. UU. ha seguido a mi familia; dos, que la rabia de algunos funcionarios estadounidenses parece deberse a que no compré los F-16 de tercera mano que me ofrecieron, sino que opté por los nuevos Gripen de Suecia”.

Petro defendió la decisión de su Gobierno de adquirir aeronaves suecas y aseguró que la negociación se realizó en cumplimiento de la ley colombiana, destacando que Suecia “no es un país terrorista ni sus fabricantes son narcotraficantes”. El jefe de Estado recordó que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva también fue “criminalizado” por decisiones similares en el pasado, concluyendo su mensaje con la expresión “Business, Business”.

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El mandatario enfatizó que el proceso de compra se llevó a cabo “de manera transparente” y subrayó que su administración no está dispuesta a ceder ante presiones internacionales. “Que no me obliguen a comprar entonces aviones rusos. Nosotros somos soberanos; no estamos obligados a adquirir armamento de segunda o tercera mano para nuestra fuerza pública”, afirmó.

En ese sentido, Petro instó al Reino de Suecia y a la firma Saab, fabricante de los aviones Gripen, a pronunciarse sobre lo que calificó como “un atentado contra la libertad y la soberanía nacional”.

La polémica surge en medio de las tensiones diplomáticas que ha enfrentado el Gobierno colombiano con Washington en torno a temas de defensa, política antidrogas y cooperación internacional. Aunque la Casa de Nariño no ha emitido un comunicado oficial adicional, las declaraciones del presidente reflejan su inconformidad ante las versiones que sugieren un posible deterioro en las relaciones bilaterales.