Opinión

En manos de una delincuente

 Luis Carlos Rojas García Kaell de Cerpa

Luis Carlos Rojas García Kaell de Cerpa

Escritor

Como era de esperarse la Corte, la vergüenza Corte que tenemos en Colombia lo volvió a hacer. No podíamos esperar ni más ni menos; aunque, salir a decir que casi, casi eligen a una de las candidatas a fiscal y que eso es prueba de su gran trabajo y compromiso, es una verdadera broma, es un asco o, mejor, es una falta de respeto y una manera rastrera de burlarse del país.

Mientras tanto el juego de limpiar expedientes y desaparecer otros tantos ha comenzado. Era obvio que eso también iba a suceder, como también es claro que en Colombia se sigue utilizando ese discursito a medias en donde pocos se atreven a decir las cosas como son.

Por ejemplo, decir que nos están perjudicando de la manera más aterradora al tener a semejante delincuente al mando de la fiscalía.

Por ejemplo, decir que la gente de la Corte es cómplice de la delincuencia en el país.

No les basta con tener delincuentes al micrófono o dirigiendo programas de televisión o dizque haciendo oposición, no; ahora tienen a un narco terminando de encubrir lo que el idiota útil anterior no puedo.

En este orden de ideas, poner a la Narcofiscal tiene un solo objetivo y es poner a salvo a todos los ampones de la política, sus colaboradores y a la misma Narcofiscal.

Pero, para ello, necesitan la patadita de la buena suerte de la desastrosa Corte dizque suprema de justicia. Y si usted cree que es mentira, mire lo que está pasando con el caso de don Pacho el malo al que su propia madre, o sea Mancera porque así la llama el sujeto en cuestión, lo manda a capturar el día que la Corte tenía que elegir fiscal (Como para hacer la pantomima).

Lo peor, lo capturan por contrabando cuando el delito es más grande y luego, por arte de magia, se desaparecen los documentos de la investigación en donde comprueban que es un narcotraficante.

Como sea, la situación del país, en materia judicial y en otros campos como los medios de desinformación, no puede estar peor y estoy seguro que vienen muchas más cosas. Cada segundo de Mancera en el cargo significa impunidad a más del 100%.

Por todo esto y más, causa un poco de hilaridad escuchar a más de un colombiano asustado por el aumento de la delincuencia cuando ni siquiera se atreve a preguntarse la razón de fondo y, lo más absurdo, se conforma con echarle la culpa al presidente.

Pero, si usted es realmente objetivo intente responder a la siguiente pregunta:

Si el ente que se supone debe proteger a los colombianos de la delincuencia está en manos de una delincuente ¿Qué cree que va a pasar?

Yo le puedo asegurar que va a pasar lo peor porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!

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