Plim Plim tiene competencia

Uno de los momentos más recurrentes que tiene la vida es recibir calificativos atacando el actuar en tu vida social, familiar, laboral y profesional entre otras, pero la mejor parte de estas situaciones es de quien vienen esos ataques, por lo general son personas que propiamente no son los más «decentes», «honestos» y «éticos» que digamos.
Por fortuna llegamos al último mes de campaña electoral, una campaña que por ahora ha estado plagada de generadores de contenido atacando a los candidatos, denuncias por plagio, corrupción, etc., pero de programas y socialización de los mismos más bien poco, como quien dice ni idea de lo que piensan hacer el cuatro años.
Lo más triste es que no van a disminuir esos ataques, por el contrario, van a aumentar, veremos a muchos imitadores del payaso Plim Plim en las redes promoviendo el voto por tal o cual candidato, algo que es totalmente valido, lo que no es válido es venir a posar de faro moral para atacar burdamente y bajo el amparo de sus mecenas cuando de sus condiciones familiares, profesionales y éticas dejan mucho que desear.