Opinión

Recórcholis con nuestra salud

Desde que se designó a Carolina Corcho en el Ministerio de Salud, las expectativas frente a su propuesta de acabar con las EPS por ser intermediarias de la salud, han estado a pedir de boca. Es claro que, aunque ha pasado un mes desde la posesión del Gobierno, aún no tenemos el detalle de la propuesta de cómo se hará el desmonte de las EPS sin afectar al sistema, porque no podemos desconocer que, aunque tiene muchas oportunidades de mejora, es la mejor forma de acceso a la salud para todos, que conocemos hasta hoy.

Causa mayor incertidumbre escuchar en Diálogos con la ministra de Salud, Carolina Corcho, a la propia ministra decir que “tiene que haber una crisis explícita, clara, que le permita a la sociedad entender que se requiere el cambio”… “Pero después… tiene que haber una propuesta alternativa”, evidenciando que lo que presentará en septiembre u octubre, es esa alternativa que considera apropiada para la crisis. Pero, ¿cuál crisis? Si la propia Ministra habla de algo que es necesario, pero no que existe. ¿Será que desde el Ministerio son capaces de fraguar la necesaria crisis y llevar al fracaso a la salud como la conocemos hoy, solo por crear un sistema que oficiará, como todos, bajo el ensayo y error?

Y esas declaraciones en estas épocas cuando se habla en redes de 20.000 médicos cubanos que llegarán al país, constándole una suma importante que beneficiará directa y únicamente al gobierno cubano, genera más incertidumbre. ¿Por qué, desde hace varios años, hablan de traer médicos de Cuba, cuando Colombia prepara los suyos y cree en ellos y en su trabajo? ¿Por qué traer médicos de otro país cuando no hemos dado las garantías de contratación a los nuestros? ¿En qué nos beneficia importar médicos extranjeros sin mayor preparación? Recordemos que en Uruguay, los convenios médicos que se hicieron con Cuba fueron anulados, debido a incumplimientos por parte de los galenos de la isla, quienes no tenían la preparación ni la experticia necesaria.

Es cierto que, hasta el momento, el Gobierno Petro no se ha pronunciado al respecto, pero no podemos desconocer que cuando el río suena, piedras lleva, y si esos rumores los sumamos a la idea de la ministra Corcho de “una crisis explícita, clara” para promover el cambio en el sistema de salud, un convenio de este nivel que dejará a los médicos colombianos sin trabajo y a los colombianos en manos de médicos que no saben lo que deben saber, hemos creado el caldo de cultivo apropiado para que la crisis en la salud estalle, con la gravedad de que el remedio puede ser peor que la enfermedad, porque volveremos a comenzar los ensayos para encontrar el sistema “ideal”, que nos permita tener una Colombia sana. El problema es que no sabemos cuáles serán los inconvenientes que ese nuevo sistema traerá y que también tendremos que encontrar cómo solucionar… Por eso, parece una mejor idea solucionar los problemas que hoy tenemos y que ya conocemos, en vez de crear unos nuevos… Pero parece que al Gobierno le gusta más la idea de crear sus propios problemas, quizás para después, hacernos creer que encontraron la solución y que necesitan más que los 4 años para resolverlos.

¡Recórcholis con nuestra salud! La pobre está enferma y la médica que está a cargo, parece que quiere enfermarla más. Prestemos mucha atención a la propuesta de reforma que presentará, de ella depende nuestra salud… y no me refiero al sistema.

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