Aumentan los asesinatos de líderes sociales en Colombia

La violencia contra líderes sociales en Colombia sigue en aumento. El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) confirmó que, hasta el 27 de septiembre de este año, se han registrado 150 líderes sociales asesinados en el país. Esta cifra representa un incremento del 19% frente al mismo periodo de 2024, cuando se contabilizaban 126 víctimas.

La más reciente víctima fue Luis Ernesto Sánchez, reconocido líder social y docente en Tenerife, Valle del Cauca. Sánchez era ampliamente conocido por su compromiso con la defensa de los derechos de la niñez y la juventud. A través de un aula tecnológica, lideraba procesos educativos enfocados en alejar a niños, niñas y adolescentes del reclutamiento forzado por parte de grupos armados que operan en la región.

Su asesinato ha generado conmoción en la comunidad. Aunque las autoridades investigan los hechos, se ha indicado que el docente no había recibido amenazas previas. La comunidad ha manifestado su consternación y exigido garantías para quienes trabajan por el bienestar colectivo.

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La situación en el Valle del Cauca, y en particular en Cali, ha sido advertida por la Defensoría del Pueblo a través de su Alerta Temprana 019 de 2023. En el documento se señala que la capital del departamento se ha convertido en un nodo estratégico del crimen organizado, donde el reclutamiento de jóvenes, el uso del territorio como plataforma criminal y la consolidación de zonas de refugio son dinámicas recurrentes.

La alerta advierte sobre el grave riesgo que enfrentan líderes, lideresas y defensores de derechos humanos, quienes son blanco de amenazas, hostigamientos y homicidios. La Defensoría instó a fortalecer los esquemas de protección colectiva e individual, así como la respuesta institucional ante esta crisis.

Según Indepaz, en el Valle del Cauca hacen presencia diversos grupos armados como el ELN, el Bloque Occidental Comandante Jacobo Arenas (incluyendo los frentes Jaime Martínez, Carlos Patiño y el Frente Urbano Manuel Cepeda Vargas), la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, el Clan del Golfo (EGC) y bandas locales, lo que incrementa los riesgos para los liderazgos sociales en la región.