Opinión

Clarita de Dussán QEPD

Ricardo Orozco Valero

Ricardo Orozco Valero

Gobernador del Tolima y Columnista Invitado

Por extensión de mi amistad con Luis Enrique, tuve la fortuna de conocer a Clarita, sobre todo porque lo escuchaba a Él refiriéndose de su amada esposa, con quien había construido una relación de muchos años de amor, solidaridad y compañía. Ella Santandereana, rápidamente se dejó contagiar por su esposo de la cultura huilense y por el amor que Él siempre ha profesado por su tierra.

Luis Enrique Dussán, mi buen amigo, siempre ha sido un huilense destacado, congresista, presidente del Banco Agrario ahora Gobernador entre otros muchos importantes cargos, ha construido su imagen de hombre trabajador, capaz y pulcro en el manejo de lo público, dejando una larga estela de buenas obras al Huila y al país. Hoy cuando el amor de su vida, su compañera, su amiga, que siempre estuvo a su lado parte de este mundo, desde estas líneas quiero expresar toda mi solidaridad y compañía a Luis Enrique y su familia.

La vida nos lleva por múltiples caminos, yo he tenido la fortuna de compartir periodo con Luis Enrique Dussán, quien siempre ha demostrado liderazgo y un gran conocimiento de lo público, con El hemos compartido experiencias y visiones de desarrollo de nuestro territorio “El Tolima Grande”, hemos actuado como hermanos en fraternidad y solidaridad, juntos hemos emprendido propósitos comunes en sectores de la producción, el desarrollo, el deporte y la cultura. Siempre de El recibo sus palabras de hombre sabio, como espero que hoy estas palabras de compañía que le expreso sirvan en este duro trance que la vida le presenta.

La profunda reflexión una vez más es sobre el tiempo, el amor y las prioridades en nuestras vidas, es la familia esa fuerte roca que nos sostiene y sobre la cual debemos edificar nuestra vida y nuestros propósitos. Sé que Luis Enrique, en medio de esta difícil situación, está tranquilo, siempre priorizo a Clarita, como su amor, su compañera y gestora de grandes cosas. Gran abrazo a Luis Enrique, Dios tenga a Clarita en su santa gloria.

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