Con los niños, no

Los disparates con los que resultan los funcionarios de este Gobierno, no tienen fin. Ahora, le dio al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, por salir a decir que la “todo niño o niña, adolescente, todos los menores de 18 años, la patria potestad es del Estado” y aunque considero loable que lo haga para defender la salud de los pequeños, es innegable que esta vez, se salió de foco.
Esta polémica resulta debido al incremento en los casos de fiebre amarilla en el país. Se ha llegado, incluso, a ampliar el espectro de vacunación, incluyendo a los mayores de 59 años de las zonas de alto riesgo. Lo que busca el Ministerio de Salud es llegar al 95 % de la población en zonas de alto riesgo. Excelente.
Pero lo que hizo el ministro con sus opiniones, fue abrir una puerta que, quiera o no quiera, termina siempre comunicándonos con el extremismo con el que ellos no quieren tener contacto: la izquierda radical. Recordemos que es en la República Popular China, por ejemplo, donde los niños están al cuidado de sus padres, pero es el Estado el que manda sobre ellos: los educa, los alimenta en los colegios donde pasan la mayor parte del día, se encarga de decidir qué deben aprender y qué no, no hay autonomía en la formación.
Y aunque siento que en Colombia se ha querido implementar algo de esto, las acciones todavía, no son tan contundentes en este aspecto, aunque han dejado huella. Recordemos, por ejemplo, la eliminación de las clases de Historia en el bachillerato, junto a materias como Democracia, eso ocasionó que gran parte de lo ocurrido en nuestro país se quedara en los libros y nunca los niños y jóvenes pudieran conocer la realidad por la que había pasado el país en el que viven.
A esa falta de contexto, de conocimiento de la realidad por parte de nuestros jóvenes, le adjudico que hoy, una persona que hizo parte de un grupo guerrillero, haya llegado a gobernarnos. Fue la falta de conocimiento de los votantes más jóvenes, la que ocasionó que quienes salieron a votar, lo hicieran convencidos de que aquello que les ofrecían, podía hacerse realidad. Aunque muchos sabíamos que no.
Pero, volviendo a nuestro asunto, esa es la manera como la izquierda comienza a tomarse todo, desde los niños, con metodología y paciencia, acunando poco a poco nuevas historias en la cabeza de los niños, creando “realidades” que no fueron como las que los adultos vivieron… Y para eso está Fecode, para ayudar al objetivo, enseñándoles a los niños sólo lo que le conviene a la causa.
Y fueron las palabras del ministro las que llevaron a todo esto, básicamente, porque develan las verdaderas intenciones que tiene el Gobierno con los pequeños, porque sabe que es la manera idónea de quedarse en el poder, creando narrativas, inventando historias y haciéndolas pasar por reales.
Así que ministro, presidente, olvídense del asunto, con los niños no. Dejen de ver en ellos su “caballo de batalla” para tratar de enmendar la pésima gestión que han hecho frente al Gobierno. Piensen, más bien, cómo recomponen el camino para que, en los anaqueles de la historia, quede un recuerdo decente de ustedes, cuando decidieron pensar más en el país que en el beneficio propio y comenzaron a gobernar con decoro y tecnicismo.