Contenido a la política
Nuestro país atraviesa profundas crisis en muchos aspectos de la sociedad, tal vez la que más incidencia tiene en otras, por la capacidad de influencia e injerencia es la política, por eso he reclamado para la política personas que tengan vocación por este hermoso oficio, no aquellos que les encantan solo los privilegios de la política.
En nuestro medio encontramos a muchos, que estando en la política no les gusta servir sino servirse, ostentar su poder y utilizarlo para satisfacer intereses particulares y no los de los ciudadanos en general, viven pensando más en los contratos que en las obras, son mercaderes sin escrúpulos capaces de traicionar y traicionarse sin sonrojo. De allí la importancia de acentuar el poder argumentativo, el poder de las ideas como el mayor valor en la política, ese que permite convencer, cautivar y conmover al otro, el que genera esperanza, abstraer el ejercicio de las campañas, del conciliábulo, la componenda, de la simple mecánica política, para darle paso a las soluciones reales que logren transformar de manera real la calidad de vida de los ciudadanos.
Por eso celebro con la mayor alegría democrática, el ejercicio que hicimos dentro del Partido Conservador de Ibagué, denominado “Foro por una Ibagué Social e Incluyente” donde nuestros candidatos expusieron, sus ideas para solucionar los problemas de temas tan importantes como la seguridad, los servicios públicos y el empleo. Carlos Pórtela, Jorge Bolívar y Alexander Castro, demostraron su conocimiento, formación y experiencia para manejar lo público, cada uno con estilo distinto, propuestas audaces y novedosas, expusieron con toda seriedad, en un escenario lleno de líderes comunales, empresariales, sociales y políticos.
Ser extremadamente serios en la propuesta, fraternales en la unidad, y con enorme preferencia por lo social, fueron las características de los foristas, circunstancia que nos llena de esperanza y nos aleja de la mezquindad y el cálculo electoral, para abrirle paso a la convicción, alejada de la conveniencia permanente, en la que se enfrasca la política simple marasmo de la mecánica, sin darle soluciones reales a los ciudadanos
