Opinión

El Caótico Calendario del Fútbol Profesional Colombiano: Una Muestra Más de la Mediocridad Dirigencial

Juan David Rincón Galindo

Juan David Rincón Galindo

Comunicador Social y Periodista
Especialista en Periodismo Deportivo
Socio ACORD – Tolima
Director Tolima Online

El fútbol profesional colombiano (FPC) está sumido en un desorden sin precedentes, producto de un calendario mal diseñado y aprobado por los presidentes de los equipos de la Liga Betplay. Este descalabro organizativo refleja la crónica falta de profesionalismo y visión en la gestión del deporte rey en Colombia. Con el año acercándose a su fin y un horizonte incierto, el caos parece ser la única constante.

Hasta el 22 de diciembre, el calendario muestra 15 domingos y 15 miércoles disponibles. Sin embargo, el panorama es desalentador cuando se revisa el número de fechas restantes. La Liga aún debe completar 17 fechas más, a las que se suman partidos aplazados, ya que equipos como Santa Fe tienen hasta cuatro encuentros pendientes. A esto se añaden las ocho fechas restantes de la Copa, sin contar los posibles imprevistos que puedan surgir, como el desempeño del Independiente Medellín en la Copa Sudamericana.

Este desajuste en el calendario no es solo una cuestión de fechas y horarios, sino un reflejo de la falta de planificación y profesionalismo que ha caracterizado a la administración del fútbol colombiano. El desorden actual pone en evidencia una gestión deficiente que no solo afecta a los equipos, sino también a los aficionados, medios de comunicación y patrocinadores que dependen de una estructura clara y predecible.

La incapacidad para organizar un calendario adecuado es una muestra más de la mediocridad con la que los dirigentes manejan el fútbol en Colombia. La falta de previsión y la ausencia de soluciones eficaces para los problemas que surgen durante la temporada revelan una gestión que está a años luz de lo que se espera en un torneo profesional.

La solución no es sencilla, pero la primera medida debería ser una reestructuración integral de la planificación del campeonato. Se requiere una revisión profunda del calendario, la implementación de medidas que eviten la acumulación de partidos y una gestión más eficiente de los imprevistos que puedan surgir. Además, es crucial que se establezca una comunicación más efectiva entre los directivos de los equipos y las autoridades del fútbol para evitar que el desorden siga siendo la norma.

En definitiva, el fútbol colombiano está sufriendo las consecuencias de una gestión deficiente, y los responsables deben rendir cuentas. Mientras tanto, los aficionados seguirán enfrentando la incertidumbre de un campeonato sin fechas claras y con un desorden que refleja la falta de profesionalismo en la administración del deporte.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba