El dulce sonido del ruido: Regresan las hinchadas en el FPC

Jugada la primera, y parte de la segunda fecha de la Liga Betplay, hemos visto goles, atajadas, faltas y jugadas polémicas. Pero hay algo diferente, ha vuelto un protagonista principal del fútbol en Colombia, el ruido.

Ya nos estábamos acostumbrando a escuchar las voces de los jugadores, las indicaciones de los técnicos, las recriminaciones de los árbitros y el impacto del balón con los botines. La ‘nueva normalidad’ había llevado a las ligas profesionales del mundo a transformar su sonido y pasar del rugir de un coliseo romano, a los asilados festejos de gol propios de un intercolegiado, fútbol aficionado o de una cancha sintética. Sin embargo, un rumor de ruido comenzó a seducir los oídos de los amantes del fútbol finalizando el semestre anterior.

En Europa ya se veían los pilotos. Las noticias de una Eurocopa con público antojaban al aficionado latinoamericano de volver a la tribuna y de una u otra forma saborear esperanza.

El 2 de Junio del presente 2021, el Ministerio de interior radicó el decreto 777 para la reactivación de la economía en Colombia. En este, se encontraban incluidos por primera vez desde que inició la pandemia, los lineamientos y el protocolo que permitiría el regreso de los hinchas a los estadios del país. Ocupación de UCI menor al 85% y una alta tasa de vacunación. En su momento, era una noticia agridulce porque casi ninguna de las capitales futboleras del país bajaba siquiera del 95% en la ocupación de sus UCI

La prueba de fuego fue en Barranquilla. Seis días después de la radicación del decreto, la Selección Colombia se preparaba para recibir a su similar de Argentina en Barranquilla. Aunque la ciudad no contaba con las condiciones expresadas por el gobierno, se abrazó la idea de utilizar este partido como ‘piloto’ para el anhelado regreso.

Sin venta de boletería corriente, 11.500 entradas fueron asignadas y este mismo número de personas tuvieron el privilegio de ser los primeros hinchas en regresar a un estadio en Colombia. Aunque de forma algo extraña, con protocolos estrictos y tal vez un poco de temor, ese día volvió el grito de gol al Metropolitano.

La liga tuvo que esperar más por el ruido y las finales no contaron con público.

Despues de esto, vinieron los torneos de selecciones. El contraste entre la Eurocopa y la Copa América. La primera, jugada en países con altas tasas de vacunación y curvas aplanadas. Con aforos del 40, 50, 60, 70 y hasta del 100 por ciento. La segunda, jugada en Brasil, país que recibió en torneo que nadie quería organizar. En Europa, ruido. En América, silencio.

Luego de los días más difíciles por cuenta del tercer pico de la Pandemia en el país, la situación comenzó a dar tregua. Algunos lo atribuyen a la vacunación, otros a los protocolos. Lo cierto es que los números comenzaron a bajar y el rumor de ruido comenzó a hacerse más presente, más fuerte y más claro.

El 16 de julio, Medellín se sumó a la lista. El DIM recibió a Rionegro Aguilas ante 3.000 personas que, con tapabocas, distancia y constante desinfección de manos, tuvieron el privilegio de ver a su equipo y alentarlo de forma presente. Volvieron los bombos, los repiques y las trompetas. Poco a poco comienzan a perderse de nuevo las voces de los jugadores y técnicos para dar lugar a la voz de la tribuna.

De la misma manera, un día después, el Centenario de Armenia acogió a la misma cantidad de hinchas. Felices, no solo de volver a la primera división, sino de poder asistir a su estadio para agradecer y alentar a su equipo.

Ya en la segunda fecha fue subiendo un poco el nivel. El sábado 24 de julio fueron autorizados 6.000 espectadores en el Atanasio Girardot para ver a Nacional vs Tolima. El domingo, 18.000 personas acompañaron a Junior en el Metropolitano.

En los próximos días veremos los resultados de estos eventos que han contado con los protocolos propuestos. Le pedimos a Dios y esperamos ver que la ocupación de los hospitales siga descendiendo y la de los estadios siga ascendiendo. Aunque aún falta para volver a escuchar el rugir de un coliseo romano en Colombia, ya se escuchan tímidas voces e instrumentos que regresan a donde deben estar, la tribuna. Comienza a volver el protagonismo de la voz del actor principal del fútbol, el hincha.