Opinión

Ibagué podría tener uno de los índices de accidentalidad más altos del país

William Rosas

William Rosas

Concejal de Ibagué y Columnista Invitado

Ibagué podría tener uno de los índices de accidentalidad más altos del país. Entre las principales causas de los accidentes se encuentran el exceso de velocidad, conducir en estado de embriaguez y la falta de cultura vial.

Para el Concejo Municipal de Ibagué, desde la curul de William Rosas del Partido Alianza Verde y en conjunto con la comunidad, el balance de la mortalidad en accidentes de tránsito durante el 2024 es altamente alarmante. Aún más preocupante es el incremento de casos registrados a inicios del 2025, lo que refuerza la necesidad de atender esta problemática, considerada una de las mayores preocupaciones de las autoridades.

La mayor incidencia de estos casos se presenta entre actores viales como motociclistas y peatones. “El motociclista es quien tiene el mayor impacto en estas cifras, seguido de sus acompañantes. Además, en el análisis se evidencia que los peatones adultos mayores continúan representando una cifra significativa”.

En el transcurso del 2024, se registraron en Ibagué un total de 1.124 accidentes de tránsito con lesionados. Al cierre del 31 de diciembre, según los Informes Policiales de Accidentes de Tránsito reportados por el Cuerpo de Agentes de Tránsito de la ciudad, se contabilizaron 2.061 personas lesionadas en estos eventos.

En el 2023, 70 personas fallecieron en accidentes de tránsito, distribuidas de la siguiente manera: 29 conductores de motocicletas, 7 acompañantes, 33 peatones y 1 ciclista. Para el 2024, la cifra de víctimas fatales disminuyó un 2,85%, con 68 fallecidos, aunque se evidenció un aumento en la mortalidad de conductores de motocicletas, pasando de 29 a 36 fallecidos. En cuanto a peatones, se registraron 27 víctimas y 5 acompañantes en motocicleta.

Los informes policiales señalan que las comunas con mayores índices de accidentalidad en Ibagué son, en orden de incidencia: comuna 8, 9, 1 y 6, lo cual puede observarse en el Mapa de Calor.

En lo que va del 2025, se han registrado 7 víctimas fatales, siendo la comuna 9 la más afectada, con 5 mujeres y 2 hombres fallecidos. Estos decesos corresponden a 3 conductores de motocicletas, 2 peatones y 2 acompañantes, con una tendencia al aumento, ya que en enero se reportaron 3 muertes y en lo que va de febrero, 4 fallecimientos.

Asimismo, hasta la fecha se han reportado 140 accidentes de tránsito con lesionados y, según los Informes Policiales de Accidentes de Tránsito, hay 231 personas heridas en estos eventos.

Lamentablemente, a pesar de las tragedias diarias debido a la accidentalidad y mortalidad, Ibagué sigue careciendo de una adecuada cultura vial. Esta falta de conciencia ha generado un aumento en los siniestros viales.

Por ello, es urgente implementar estrategias para reducir estas cifras. Es clave fomentar desde la infancia la educación vial en niños, niñas y adolescentes en su etapa escolar, además de dirigir campañas con mayor énfasis a los conductores de motocicletas, quienes presentan los mayores índices de accidentalidad. También se debe implementar un Plan Local de Seguridad Vial.

En este mismo sentido, es fundamental continuar con campañas en conjunto con gastrobares, que han mostrado disposición para fortalecer la seguridad vial de la ciudadanía. Además, se debe trabajar con empresas aseguradoras para promover el uso del conductor elegido, un servicio que en muchos casos es gratuito o tiene un costo mínimo en las pólizas de seguros.

Igualmente, se sugiere retomar estrategias exitosas como el modelo de Rumba Segura y Sana, en alianza con estos sectores. Cabe recordar que, entre 2008 y 2011, durante la administración del Dr. Jesús María Botero, se implementó la estrategia 4C (CCCC) para reducir la accidentalidad y los siniestros viales entre quienes consumen licor y frecuentan bares, discotecas, fiestas y gastrobares. Esta estrategia se basaba en: consumir licor de calidad, moderar la cantidad, ingerir alimentos antes de beber y evitar conducir bajo los efectos del alcohol. Esta iniciativa arrojó resultados positivos y podría ser implementada nuevamente en la actual administración, complementada con otras estrategias para prevenir accidentes.

Finalmente, las campañas para reducir la accidentalidad, lesiones y mortalidad no deben ser acciones esporádicas. La medición y el análisis deben ser constantes y prioritarios, beneficiando a todos los actores viales. La seguridad vial no debe limitarse a operativos ocasionales ni a eventos publicitarios, sino que debe ser un trabajo permanente y conjunto. Se requiere llegar a todos los sectores con capacitación, educación, formación y estrategias, además de fortalecer los controles con cero tolerancias de alcohol al volante.

La cultura ciudadana es tarea de todos. Ibagué merece ser una ciudad sin estrellas en las vías.

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