Opinión

Ibagué y el Tolima: ¿Cómo competir sin un aeropuerto internacional?

Juan David Rincón Galindo

Juan David Rincón Galindo

Comunicador Social y Periodista
Especialista en Periodismo Deportivo
Socio ACORD – Tolima
Director Tolima Online

En pleno siglo XXI, cuando la globalización y la conectividad son claves para el crecimiento económico, sigue siendo una asignatura pendiente para Ibagué y el Tolima contar con un aeropuerto de carácter internacional, tanto para pasajeros como para carga. A pesar de las solicitudes recurrentes para tener más vuelos y/o mejores tarifas en vuelos nacionales, parece que nos estamos olvidando de un aspecto fundamental: la necesidad de un terminal aéreo con capacidad internacional que impulse la competitividad de la región.

Es cierto que, año tras año, la ciudadanía y los empresarios claman por más vuelos directos, especialmente hacia destinos nacionales diferentes a Bogotá, pero la pregunta fundamental es ¿Cómo pretendemos competir en un mundo interconectado sin las herramientas adecuadas? Ibagué y el Tolima tienen un potencial enorme, no solo por su ubicación geográfica, sino también por sus recursos naturales y productivos, que incluyen agricultura, ganadería y diversos sectores industriales. Sin embargo, el acceso a mercados internacionales sigue siendo una barrera que no podemos seguir ignorando.

En lugar de seguir pidiendo vuelos sin una estrategia clara, es hora de que, como región, gestionemos un verdadero proyecto de infraestructura que permita no solo conectar a los ciudadanos, sino sobre todo a los empresarios con el mundo. Un aeropuerto internacional no es solo un capricho, es una necesidad para que el Tolima pueda exportar sus productos de manera eficiente, reducir costos logísticos y, en última instancia, aumentar sus ingresos. Sin esta infraestructura básica, estamos condenados a ser una región aislada, a la que las grandes oportunidades se le escapan por no tener las condiciones adecuadas para competir en mercados globalizados.

No basta con pedir más vuelos a Bogotá o a otras ciudades. Lo que realmente necesitamos es un proyecto visionario que nos coloque a la vanguardia del desarrollo económico, que atraiga inversiones, que permita la circulación de bienes y personas con facilidad y que facilite el acceso a mercados internacionales. Esto requiere de la gestión, la voluntad política y la colaboración entre el sector público y privado, algo que hemos postergado demasiado tiempo.

Si Ibagué y el Tolima quieren competir en el mercado global, es hora de dejar de pedir más y empezar a gestionar lo que realmente importa: un aeropuerto internacional que sea la puerta de entrada al mundo.

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Un comentario

  1. Me parece muy acertada la forma en que este artículo va encaminado, es un hecho que Ibagué y el Tolima ven como urgente y perentorio tener un terminal aéreo que le permita salir del anonimato. Basta ya del manoseo político con intereses tan radicales que siguen dejando al departamento y su capital en el olvido. Son muchas las empresas que terminan abandonando el Tolima y muchos los empresarios que deciden no invertir porque sienten que sus productos se ven rezagados al no poder alcanzar los destinos de una forma ágil y eficaz.

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