Opinión

La empatía del presidente

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

Las declaraciones dadas durante esta semana por el presidente Petro a través de Twitter o X, a raíz de los ataques de Hamás y Palestina a Israel, dejan en claro la posición del presidente de Colombia frente a esta oleada terrorista que deja más de 150 secuestrados y 1300 muertos, entre ellos dos colombianos.

El presidente tuvo la indecencia de comparar lo que ocurre en Gaza con lo que ocurría en el campo de concentración de Auschwitz y dijo que los judíos eran como nazis. La situación tuvo tal impacto que Hamás le agradeció a Petro su apoyo, a través de la cuenta que tienen en Telegram. ¡Qué honor que un grupo terrorista agradezca el apoyo que le da el presidente de mi país a sus acciones! (Ironía).

Quienes no estuvieron tan complacidos con las declaraciones de Petro fueron los del Departamento de Estado de los Estados Unidos, quienes le exigieron al presidente rectificar su postura y condenar el ataque de Hamás, lo que es claro, el presidente nunca hizo. Esperemos que esta negativa no traiga consecuencias diplomáticas. Israel tampoco estuvo muy satisfecho con las declaraciones del presidente de Colombia, por eso, el ministro de Relaciones Exteriores Eli Cohen, pidió al subdirector general para América Latina en la cancillería israelí, embajador Jonathan Peled, convocar a Margarita Manjarrez, embajadora de Colombia en Israel, para una conversación de reprimenda por las declaraciones hostiles del presidente. También suspendió las exportaciones de seguridad a Colombia. Ante esto, el primer mandatario respondió que estaba dispuesto a suspender las relaciones exteriores con Israel y que a él no se le debe insultar… ¿Cómo llamará a lo que ha hecho con los israelitas y judíos?

Y es que no podemos pedirle más ni nada diferente a una persona que, durante años, hizo parte de un grupo guerrillero que se dedicaba a abusar de su poder ilegítimo, obtenido a partir de las armas, para conseguir lo que deseaba ante la población civil y, al final, ante la justicia. Fueron esas armas las que les permitieron llegar a los diálogos que les concedieron el indulto.

Debe ser este antiguo comportamiento el que, precisamente, hace que el presidente se sienta identificado con Hamás, al considerar que es a través de las armas y la violencia como se consiguen objetivos. Porque, aunque esta guerra ha sido más larga de lo que todos quisiéramos, en esta oportunidad fueron los miembros de Hamás los que la reactivaron y, lo mínimo que se esperaba del jefe de Estado, era que condenara de manera tajante los hechos, con mayor razón, por los dos colombianos muertos en medio de éste.

Debemos estar muy atentos a estas nuevas acciones. No podemos permitir que el presidente de nuestro país sienta empatía y complacencia frente a las acciones terroristas que se presentan en otros lugares. ¿Significará esto que, cuando se presenten en nuestro país por parte de cualquier grupo armado, el presidente va a estar de su lado, olvidando que somos “Potencia mundial de la vida? Definitivamente, la incoherencia es la esencia de este gobierno.

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