La oportunidad que pierde el Comité del Paro

Cero y van dos. Dos reuniones en que Comité y Gobierno se sientan a la mesa para tratar de encontrarse. Y no ha sido posible, las exigencias son demasiadas y muy costosas. A grosso modo: formalizar a todos los trabajadores de la salud; renta básica por seis meses para 30 millones de personas; defensa de la producción nacional completando el valor total de las nóminas y prima para las Mipymes; matrícula cero en instituciones públicas y subsidios para garantizar continuidad de estudios en instituciones de educación privada; acciones que garanticen la plena vigencia de los derechos de las mujeres y de las diversidades sexuales; derogar decretos de emergencia que han desmejorado condiciones de vida y no privatizar la red de transporte en oleoductos de Ecopetrol; todas propuestas importantes y algunas muy necesarias en nuestro país, pero ¿de dónde saldrá el dinero para ejecutarlas? Y es allí donde el Comité del paro sigue perdiendo su más grande oportunidad: exigirle al Gobierno que acabe con la corrupción que tiene en lo más profundo de sus raíces.
Con esta sola propuesta, el Comité habría llegado a sentarse con un Gobierno que no habría encontrado cómo decirle que no, al cual le habría podido sugerir un grupo de ciudadanos del común, profesionales en diversas ramas quienes, por un salario justo, conformarían una veeduría que nos garantizara a todos los colombianos, que los cambios se iban a aplicar en los tiempos estimados. Esta propuesta nos permitiría terminar con el mayor flagelo que tiene este país y permitiría generar el flujo de caja que tanto necesitamos para ejecutar todos los puntos del acuerdo que, hasta hoy, los tiene sin conciliación de ningún tipo.
Sin embargo, es más fácil pedir que dar, exigir que proponer, y en ese gran error está cayendo hoy el Comité, al pedir acciones como la emisión de moneda o la renegociación de la deuda externa, afectada por culpa de una pandemia de la cual, nadie es responsable.
Llegó la hora de mostrar verdadera voluntad de paz y negociación, de traer a la mesa propuestas que se puedan ejecutar, porque Colombia necesita avanzar. Entre la pandemia y el paro, los economistas calculan que nuestro país ha retrocedido más de diez años y esa, es una cifra que nos hace daño a todos. Así que, señores del Comité, ¡hagamos parte de la construcción de un nuevo país donde todos tengamos cabida!