Las Poesías de Tito
EL NUDO
A una dama que me pidió le regalara un verso
No le regalo un verso
le regalo mi pensamiento
Es inquieto y viajero
No le agradan las autopistas
ni las avenidas.
Está bien en los desfiladeros
No es fácil desprenderse,
de verdad lo siento,
sería como regalar un hijo, por ejemplo,
pero un enigma me agita,
algo por dentro me dice
que viaje por lo desconocido.
Miro hacia el infinito
y me siento perdido!
Su piel me carcome
y sus palabras saturan todos mis poros
dejando mi cuerpo estragado
esperando la salud del verano
Cuando sonríe me hielo!
Siento miedo!
Y entonces quisiera ser
el tren sin los rieles!
Todo se me vuelve un infierno!
-No… no te detengas…
es la voz del silencio
que me llega desde muy lejos.
-Descubre el misterio
que se oculta detrás de ese velo.
Y me lo pide intensamente!
-Derriba ese muro
sin temerle a las furias,
ni a las nieves perpetuas,
ni a las cosas inciertas.
Esa voz inquietante penetra mis huesos
y para mi ya no hay estupor sino demencia!.
Es una lucha interna y violenta
que me empuja y me aterra!
Y me siento montado
sobre los lomos de un toro salvaje
que furiosamente me amenaza
despedazarme a dentelladas.
-Que las llamas te quemen
abrazando su cuerpo!
-Y las olas que chocan,
los ríos desbordados,
y los vientos huracanados
sean una procesión de fantasmas…
Fantasmas o realidades,
el bullir de las carnes,
violentos huracanes,
torrentes de pasiones.
Cataratas de nubes y de agua
al viento lanzadas,
espesura de selva inquietante,
espuma que se deslíe en mis manos…
Mi vida un ovillo,
una madeja,
aprisionando la espuela
en los ijares
de un potro sin madre
y de raza indomable
sin montura y sin bridas!
Una hecatombe,
un terremoto,
el aullido de mil ruinas,
sin leyes escritas,
y sin amores proscritos.
Los trenes sin los rieles!.
No somos inocentes,
la vida abriéndonos las puertas
y nosotros de bruces por los despeñaderos!.
Navegando en naves
sin brújala y sin frenos
alimentadas con combustibles
que envenenarían al mismo veneno!.
-Yo lo comprendo
y espero lo entiendas.
No te acerques.
– Si te acercas
y cruzas las rejas
quedarás en tinieblas.
Si tratas de escudriñar mis secretos
terminarás en el muro de los lamentos!
La vida se me fue
acariciando peligrosas serpientes
cruzando ríos crecidos,
huyéndole a la muerte,
y ella al lado mío.
Quién lo hubiera creído!.
Los vientos se arremolinan,
las cascadas se precipitan,
las aves nocturnas se inquietan
y yo sigo despierto.
Cuál será su jugada?
Clavarme la daga,
sobarme la espalda
o darme la mano?
Hacia dónde querrá llevarme
esa hembra de ojos negros y apagados
y de sonrisa misteriosa y suave?
Las luchas internas me inquietan,
me deprimen lentamente.
Ya no siento el futuro de cerca,
se me ha ido por los canales secretos
o mejor por los desaguaderos.
Son tantas las grietas abiertas…!
Mis ideales se quiebran
antes de iniciar la revuelta.
El fuego que los alimenta no soporta
el frío acuchillante venido de la cordillera!,
Lentamente se van ahogando
en lagunas de fango y de cieno,
emergidas en callejuelas estrechas y oscuras
donde un amor de miseria
me regala una pobre quimera!.
Verdades en lo profundo de mi ser, encalladas,
perdidas en la furia de los vendavales.
No puedo huir por los senderos
por que allí la encuentro.
Ni pretender encontrar su mirada
sin conmocionar mis sentimientos.
Un camino largo e incierto,
el hierro que punza y taladra.
Eres un sueño,
una gema,
un tropel,
un inquietante torrente.
Las estrofas de este poema
guardarán un discreto silencio
y quedarán entre líneas
en medio de su vida y la mía.
Nada más bello
que una enigmática e insinuante silueta
inspirando un poema
de este calibre.
Nada más bello
que una dulce entrega
en una noche llena de estrellas
con las velas encendidas
o sin ellas
con los sentimientos
(vueltos mierda)
incinerando viejas tragedias,
deshojando margaritas,
torciéndole el cuello al destino,
brindando por la vida…!
Que la luna nos ilumine
y borre las malas huellas
y una suave brisa marina
en un adiós de mendigos.
Tito Augusto (4-2-97)