Opinión

Plomo es lo que hay

Luis Carlos Rojas García

Luis Carlos Rojas García

Escritor

Recuerdo que en alguna parte leí, o tal vez le escuché decir a alguien, que cuando una persona alardea o critica de forma exagerada una situación o a los demás, es porque está mintiendo o porque hace precisamente eso que tanto critica.

Pues bien, el escándalo de la comediante, por no nombrar otras profesiones afines, Alejandra Azcárate, deja al descubierto varias cosas. Una de ellas, y tal vez la más importante, tiene que ver con el hecho de que una avioneta, por no decir avionetas, salen cargadas de drogas estando en las narices de una base de antinarcóticos.

Otra de las cosas que causa verdaderamente repudio y malestar es el tratamiento que se le ha dado a la situación por parte de la “injusticia” del país, ya que no se le puede llamar justicia. El caso en mención no va más allá de una dizque tragedia familiar, de un caso aislado o de un ataque contra personas de bien que lo único que hicieron fue prestar un servicio a la sociedad.

En este orden de ideas, Colombia y su gente se siguen preguntando:

¿Hasta cuándo la gente de bien seguirá haciendo de las suyas sin que nada ni nadie los detenga?

Así es, Colombia está atiborrada de gente de bien que tiene la desfachatez de robar, violar, asesinar, traficar entre otras cosas y, para colmo de males, una vez descubiertos se  convierten en verdaderas víctimas a las cuales, si es posible, se les debe brindar una indemnización.

No se sabe a ciencia cierta cómo catalogar entonces esta situación de estas personas que hoy por hoy las vemos haciendo todo lo que se les antoja bajo la complacencia de un gobierno que en el último mes ha mostrado hasta dónde es capaz de llegar con tal de perpetrarse en el poder.

Es claro entonces que, como dice la frase popular, la ley es solo para los de ruana y alpargata, esto es algo que definitivamente no va a cambiar y, en la actualidad, el panorama nacional se ensombrece cada vez más.

Ser pobre, estudiante, músico, profesor, obrero, trabajador independiente o empleado, niño, niña, adolescente, joven, adulto, anciano etc., en nuestro país, sin ser parte de la gente de bien es un verdadero peligro.

A los de “bien” se les cree cualquier patraña que quieran inventar; a los demás les sacan los ojos, los desaparecen o los mandan a suicidar. No es nuevo, no hay novedad. Simplemente, hoy en día hay algo que se llaman redes sociales y, pese a los montajes y a la falsa información, podemos darnos cuenta de la verdad. Una verdad que nos ha enseñado que con este gobierno el que pueda se descara y para los demás: “Plomo es lo que hay”.

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