Suerte te dé Dios, que el saber nada te vale

Este viejo refrán que tiempo atrás sonaba casi insensato, podría ser, sin lugar a dudas, el que acompañe hoy a Juliana Guerrero, la joven “rebelde” de 23 años nacida en Cesar, que está entre los afectos del presidente Petro y a quien conocimos como coordinadora de despacho del Ministerio del Interior, porque utiliza aviones y helicópteros pagos por el Gobierno Nacional, para labores que nadie ha sabido explicar.
Guerrero es ahora, presentada para ocupar el cargo de viceministra de Juventud, en el nuevo Ministerio de la Igualdad de Juan Carlos Florián. Sucede que, para ocupar ese cargo, la Resolución 178 del 10 de abril de 2024 de dicho Ministerio, indica que requiere un título profesional y un posgrado en cualquier modalidad lo que, hace dos semanas, Juliana no tenía. También podría presentarse con un título profesional y 24 meses de experiencia profesional, lo que podría suplir los estudios de posgrado requeridos.
Juliana era, hasta hace 15 días, técnico en gestión contable, lo que no la hacía apta para ostentar el cargo. Hoy, la hoja de vida que publica Presidencia, le otorga un título en Contaduría que nadie sabe de dónde salió. De todas formas, ese título ‘express’, tampoco le ofrece los 24 meses de experiencia profesional relacionada que requiere.
Una vez más, este Gobierno demuestra que el respeto por los demás, por el país, no existe. Y no es que Juliana o cualquier otra persona, no tenga derecho a tener la oportunidad de ocupar el cargo, lo que sucede es que no está preparada, por algo el Ministerio se crea con unos requisitos que dan idoneidad a los funcionarios.
No puede ser posible que el Ministerio de la Igualdad y las embajadas, principalmente, hayan resultado ser la caja menor del presidente Petro para pago de favores, poniendo en riesgo la idoneidad y capacidad de un Gobierno que rige un país, nuestro país. El cambio prometido, 3 años después de haberse instalado, sigue estando completamente ausente.
El retrovisor que tanto les encanta no aplica en este caso porque, aunque en gobiernos anteriores el amiguismo o nepotismo existían, lo que es innegable, también es de reconocer que las personas nombradas al menos, cumplían con el mínimo de los requisitos del Manual de Funciones para el cargo. Incluso, los requisitos no eran modificados para poner la gente escogida como ocurre ahora, la gente escogida debía cumplir las condiciones. Y. aún así, muchos no estaban capacitados, ¿se imagina donde, además, no contaran con los requisitos básicos? ¿Se imagina qué habrían dicho en ente gobierno?
No es posible que un presidente y un Gobierno, quieran seguir nivelando por lo bajo a todo un país. No es sensato que, en vez de buscar cómo todos los colombianos tienen la oportunidad de estudiar y superarse para aportarle aún más al desarrollo de Colombia, prefieran reducir los requisitos de cargos de alto nivel, para que cualquiera pueda llegar a ellos. Lo más triste de todo es que no es cualquiera, no somos usted o yo los que podemos aplicar a estos cargos, son sólo los amigos de quienes ya están en el poder, ¿ese era el cambio?




