Taylor Swift en el Super Bowl: abucheos y una noche agridulce
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La presencia de Taylor Swift en la final de la NFL no pasó desapercibida. La estrella del pop, una de las figuras más mediáticas de los últimos años, asistió al Super Bowl 2025 para apoyar a su pareja, Travis Kelce, ala cerrada de los Kansas City Chiefs. Sin embargo, la velada en el Caesars Superdome de Nueva Orleans estuvo lejos de ser la celebración que muchos esperaban.
Los Philadelphia Eagles dominaron a los Chiefs con un contundente 40-22, dejando pocas oportunidades para que la ofensiva de Kansas City brillara. Con un Mahomes desbordado y un Kelce prácticamente desaparecido en el juego, el equipo de Filadelfia se tomó revancha de la final perdida hace dos años y se llevó el trofeo Vince Lombardi.
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Desde las gradas, Swift vivió el partido con atención, acompañada de su familia, la rapera Ice Spice y miembros de la banda Haim. Las cámaras de la transmisión oficial la mostraron en contadas ocasiones, un contraste con la final del año pasado, cuando su presencia fue destacada constantemente.
Uno de los momentos más comentados ocurrió cuando la cantante apareció en la pantalla gigante del estadio. Mientras algunos aficionados la ovacionaban, una parte del público respondió con abucheos. La reacción de Swift fue sutil pero elocuente: una sonrisa que reflejaba incomodidad, pero también la seguridad de quien está acostumbrada a estar en el ojo del huracán.
El episodio ocurrió cerca del medio tiempo, cuando los Chiefs todavía no lograban encontrar el rumbo en el partido. En la transmisión de Fox Sports, uno de los comentaristas mencionó que la artista “no ha tenido mucho por lo que celebrar, dado que Kelce aún no ha atrapado una pelota”.
El Super Bowl 2025 no terminó como Swift lo había imaginado. Los Chiefs no lograron su objetivo de conseguir el tricampeonato, Mahomes tuvo una de sus peores noches y Kelce, su pareja, tuvo una actuación discreta.
Al final del partido, Swift abandonó el estadio con su característico estilo, sin declaraciones pero con un mensaje claro: en el deporte, como en la música, la pasión y la entrega no siempre garantizan la victoria. Para los Eagles, fue una noche de gloria. Para los Chiefs y sus seguidores, una lección difícil. Y para Swift, otra prueba de que, dentro y fuera del escenario, el espectáculo nunca deja de sorprender.
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