Opinión

Una generación fuerte

Andrés Currea H.

Andrés Currea H.

Comunicador Social

Los niños grandes afectados por la cuarentena nos enseñan que de los problemas hay que destacar las cosas buenas que dejan, a ellos les deja la pandemia una fortaleza inimaginable y un espíritu inquebrantable.

Sin lugar a dudas esta generación que soportó con abnegación e incertidumbre está dura etapa, será una generación fuerte, decidida y preparada para enfrentar cualquier tipo de crisis. Los niños que han visto como de la noche a la mañana se acabaron los juegos, las fiestas de cumpleaños, las clases en el colegio, los paseos familiares y las sonrisas que se ocultan tras los tapabocas, han entendido a prematura edad los difícil que es el trasegar el camino de la vida, pero también comprendieron que los problemas por grandes que sean tienen solución y la fortaleza mental junto con la decisión de cambiar los pueden solucionar.

Será una generación que, en un futuro no lejano, no se dejará intimidar, no se dejará amilanar por las circunstancias y sabrá tomar decisiones correctas y en el momento preciso. Estos niños y jóvenes son y serán un motor de cambio social. Esta generación tendrá a cuestas una dura experiencia de resiliencia que les dará herramientas para enfrentar otros obstáculos, y como sociedad salir adelante.

Soy un convencido que pruebas como estas nos transforman, nos hacen reflexionar y nos permiten adquirir mayor capacidad de aguante ante la adversidad, lo que permite que no nos derrumbemos tan fácil ante esos laberintos que parecen no tener salida. Estos niños, comprendieron que tragedia no es que se dañe un juguete o que no les compren la paleta que querían, entendieron que hay cosas mucho más graves en el mundo, para rendirse ante un pequeño tropiezo.

Este obligado entrenamiento mental y espiritual, duro por no decir más, nos mostrará una generación fuerte de convicción, creyente de sus capacidades y preparada para cualquier adversidad.

Dentro de unas décadas, quizás, esta columna tome mayor sentido al ver como esta generación que aprendió con una dura lección de vida, se convirtió en una mejor sociedad, más comprensiva, solidaria y fuerte.

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