Una vez más actos violentos en el estadio de Palmaseca

La crisis del Deportivo Cali se intensifica tras una nueva derrota, la séptima en lo que va del semestre, esta vez frente a Millonarios en el estadio Palmaseca. El resultado ha complicado aún más al equipo en la tabla del descenso, generando preocupación entre los aficionados y la directiva.

A pesar de que el club decidió limitar la asistencia de su hinchada debido a las recientes invasiones de cancha, los problemas no se hicieron esperar. Al finalizar el partido, la barra del Cali, que se quedó afuera del estadio, comenzó a atacar vehículos en el parqueadero y se registraron múltiples peleas entre los asistentes.

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La tensión en las afueras del estadio aumentó cuando otra parte de la afición, visiblemente frustrada por el rendimiento del equipo, comenzó a protestar contra la directiva y los jugadores. Con pancartas que decían frases como “Sudor o sangre” y “La grandeza no se negocia”, los hinchas expresaron su descontento, reclamando un cambio urgente en el rumbo del club.

Ante la situación, la Policía intervino para dispersar a la multitud, que reaccionó de manera violenta por la nueva derrota. Este ambiente tenso ha llevado a especulaciones sobre posibles sanciones adicionales para el Deportivo Cali, que ya enfrenta varios castigos por el comportamiento de sus aficionados en lo que va del torneo.

La afición azucarera se encuentra en un estado de alerta, preocupada por el futuro de su equipo, que no solo lucha por mejorar su rendimiento en la cancha, sino también por manejar las tensiones fuera de ella. Con la mirada puesta en los próximos encuentros, el Deportivo Cali deberá trabajar para encontrar soluciones tanto deportivas como institucionales, antes de que la situación se vuelva insostenible.