VENCEREMOS HASTA LA MISMA NATURALEZA SI SE NOS OPONE
7 de Agosto de 1819 Batalla del Puente de Boyacá.
Bolívar y Santander se reúnen en el poblado de Pore, llanos orientales de la Nueva Granada hoy Departamento de Casanare, República de Colombia; allí acuerdan unir sus fuerzas para liberar definitivamente este territorio del dominio colonial español.
Una vez planificada la estrategia de guerra cruzan el llano en temporada invernal con rumbo hacia lo que actualmente se conoce como el Altiplano Cundiboyacense, esto era algo impensable aún en tiempos actuales, pues la naturaleza se les oponía, aun así, ellos estaban determinados a enfrentarla si fuere posible, el objetivo era sorprender las tropas realistas que no se esperaban un ataque patriota en estás épocas del año con un clima tan agreste.
Valientes llaneros con Santander en la avanzada y Bolívar en la retaguardia cruzan la cordillera oriental por el Páramo de Pisba, aunque algunos desertaron y otros parecieron en el intento, lograron vencer una vez más la naturaleza, llegando a los campos fértiles de Boyacá casi desnudos y harapientos.
Después de varias escaramuzas llega la primera batalla en el Pantano de Vargas, nuevamente la naturaleza se les opone, el campo de batalla era un lodazal, Bolívar quiso estratégicamente retirar las tropas para prevenir desgastes, la meta era sitiar y tomar Santafé Capital de Virreinato dónde gobernaba el Virrey Sámano, hoy Bogotá D.C.
El patriota Coronel Rondón pide que le permitan a sus lanceros dar combate, se trataba de hombres descamisados , armados de lanzas y montados en fieros potros, entre ellos destacaba el Sargento Chinca quien los guiaba y motivaba, cuando la batalla se creía perdida estos hombres habían equilibrado las fuerzas, los llaneros son una raza bravía , están acostumbrados a vencer fieras , pantanos y ríos caudalosos, ya habían cruzado el caudaloso Río Pauto, las nieves perpetuas del páramo y ahora se enfrentaban al ejército de la potencia dominante del mundo con el lodo al pecho, contra la naturaleza y las tácticas de guerra irregular derrotaron al ejército que había enfrentado hasta entonces a los Musulmanes, al infame Napoleón, a la Corona Británica, a los Holandeses, piratas y corsarios en mar y tierra, en tiempos actuales equivaldría a enfrentar el ejército Norteamericano o el ejército ruso y derrotarlos con métodos de guerra casi que artesanales.
Desde Cartagena envían tropas españolas de refuerzo, pero estás fueron retardadas por las milicias populares en el Socorro hoy Departamento de Santander lideradas por Antonia Santos, por su parte el ejército libertador aunque desgastado interceptan las tropas acantonadas en Tunja que se movían hacia la capital, dando finalmente batalla a la altura de Río Teatinos sobre un pequeño puente, logrando dividir y vencer con mucha dificultad el ejército peninsular comandado por Barreiro, fue así que para la historia que hoy reseñó se llamó este suceso la Batalla del Puente de Boyacá, la cual fue definitiva para liberar este territorio y dar inicio al nacimiento de una joven República conocida como la Gran Colombia.
Este era no solo el inicio del nacimiento de una república, también fue el inicio de muchas penurias y enfrentamientos internos fue como una segunda patria boba retomando las palabras del precursor Antonio Nariño, no supieron vencer las debilidades de su humanidad, ni comprender la realidad del papel histórico que protagonizaban, no hubo consensos para el ejercicio del poder logrado a sangre y fuego, Bolívar y Santander terminaron enfrentados, el suelo gran colombiano fragmentado, las esperanzas de los pueblos libertados marchitas; los nuevos gobernantes eran jóvenes ilustrados motivados por sus ideales, financiados por potencias enemigas de España como Gran Bretaña; al final lograron expulsar a la Corona Borbónica de estas tierras, pero a la vez terminaron empeñados por décadas con los banqueros europeos que prestaron el dinero para financiar la guerra de independencia de las hoy repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú, si la conquista fue un negocio de las potencias europeas, la guerra de independencia también lo fue.
El territorio segregado de la Gran Colombia, hoy República de Colombia tuvo que sufragar gran parte de la deuda contraída, las tierras realengas pasaron a manos de los caudillos regionales que se sumaron a la independencia, para los negros esclavos la libertad se tardó y no fue inmediata, los mestizos siguieron siendo siervos sin tierra teniendo que pelear varias guerras civiles y aún hoy no se soluciona el problema de la tenencia de la tierra, los indígenas no estaban muy a gusto con la independencia pues sus resguardos estaban amenazados por las nuevas dinámicas políticas republicanas, las élites sociales se alinearon como ya es costumbre con el bando vencedor, los que se resistieron cómo en toda guerra fueron desterrados o fusilados; los mismos Bolívar y Santander en distintos momentos y circunstancias fueron desterrados, parecieran emular a Robespierre el mítico caudillo de la Revolución Francesa que los inspiró en su lucha, quien terminó sin cabeza en la misma guillotina con la que decapitó la monarquía francesa para consolidar su revolución .
Nuestro Himno Nacional dice: “De Boyacá en los campos, el genio de la gloria con cada espiga un héroe invicto corono; soldados sin coraza ganaron la victoria, su varonil aliento de escudo les sirvió”, y así en surcos de dolores nuestras esperanzas germinan y se cosechan sin madurar, pero con todo y ello somos la gloriosa, grande, respetada y libre Nación Colombiana, somos una Nación muy a pesar de nosotros mismos.