Opinión

Volver a la campaña

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

Aunque en nuestro país las noticias avanzan rápidamente, ha pasado más de una semana y seguimos con el tema de la constituyente de Petro. El exvicepresidente Germán Vargas Lleras hizo parte de la conversación y decidió apoyar al presidente, aunque su verdadero objetivo es verlo derrotado ante la opinión pública frente a una propuesta tan descabellada. Pero yo, si soy honesta, no le daría oportunidad de hacer ningún tipo de elección o votación a un presidente que sigue pensando en cambiar el software de la Registraduría y traer en remplazo, el que ha servido a un dictador como Nicolás Maduro para perpetuarse en el poder.

Pero esa no es la situación más compleja por la que atraviesa el Gobierno. El presidente Petro, por fin, tuvo la sensatez de descongelar el cese al fuego con el Estado Mayor Central, debido a que atacaron en Toribío a la minga indígena, después de haber estado reunida con él en Puerto Rellena. En el anuncio, el presidente Petro los acusó de ser traquetos y, ante esa declaración, el jefe de la organización criminal conocido como Iván Mordisco, lo acusó de haber recibido su apoyo en campaña, lo que, a todas luces es ilegal. Pero esta será otra declaración contra el presidente Petro que quedará en nada, en un simple “él dice”, que se asemeja más a un chisme de barrio que a una denuncia.

También está la expulsión de Juan Fernando Petro, hermano del presidente, de la Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos, por extralimitación en sus funciones. Al señor le gustaba hacer cosas que sólo se le permiten al representante legal, como “acuerdos-convenio” lo que ocasionó que la organización debiera apagar más incendios de los deseados, haciendo inconveniente la presencia del hermano del presidente Petro en la organización. Otra acusación que no traerá más consecuencias, porque recordemos que Juan Fernando Petro es experto en hacer acuerdos delincuenciales con delincuentes, como el famoso “Pacto de la picota”, sin que pase nada…

Esta semana también se descubrió que el Ministerio de la Igualdad de Francia Márquez, solo ha ejecutado el 1 % de su presupuesto. ¿Para qué crear un ministerio que no tiene nada qué hacer? ¿Acaso, sus cargos están creados solamente para pagar favores? Porque eso es lo que parece. Nadie sabe qué hacen, nadie sabe dónde lo hacen y nadie ve resultados de la gestión, sólo gastos burocráticos en cargos y edificio, lo que nos lleva a concluir que dicho ministerio y los 500 millones que se usaron para crearlo, fueron absolutamente innecesarios.

En otro frente, Petro está en franca disputa contra Bogotá y su alcalde, porque está empeñado en un metro mixto (subterráneo y elevado). Aunque los estudios del Metro elevado están hechos y son viables, Gustavo Petro quiere una parte del Metro subterráneo y, como cada que se le mete algo en la cabeza al señor presidente, anda tratando de ver cómo, a través de los medios, logra su cometido.

En definitiva, los métodos del presidente para lograr sus objetivos de Gobierno, distan mucho de aquellos a los que hemos estado acostumbrados. Tenemos un presidente que está más ocupado y preocupado por dar golpes de opinión, que por demostrar su verdadera capacidad administrativa y gerencial. Como han dicho algunos por ahí, un presidente que tuvo que volver a la campaña, porque es lo único que sabe hacer, porque, definitivamente, de gobernar y entregar resultados, no tiene la más mínima idea.

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