Historias

Crónica de una Colonia Moderna

Sandra Liliana Pinto Camacho

Sandra Liliana Pinto Camacho

Ingeniera Industrial PUJ & Administradora Hotelera AH&LA

La tensión se empezó a vivir a las 2:30 de la tarde del domingo 9 de mayo, cuando la minga de cientos de indígenas avanzaba por la carretera Panamericana hacia el municipio de Cali. Vea el video completo en: https://twitter.com/QhuboCali/status/1391418797773426688?s=20

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El día anterior decenas de ciudadanos del oeste y sur de Cali habían salido a las calles vestidos de blanco, para rechazar los bloqueos y actos vandálicos que tenían sumida a la capital del Valle en una de sus peores crisis sociales de la historia. Principalmente, pedían que se levantaran los bloqueos en las salidas y entradas de la ciudad, situación que había generado desabastecimiento de alimentos y de combustible.

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Los habitantes de Jamundí al ver llegar a los indígenas provenientes del norte del Cauca, decidieron obstaculizar su paso solicitándoles que desbloquearan las entradas y salidas de la ciudad, llegando algunos inclusive a acostarse y sentarse en el piso para que no pasaran. Vea los videos completos en:

https://twitter.com/QhuboCali/status/1391429115438374916?s=20 https://twitter.com/andresportillo_/status/1391431308484677633?s=20

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La confrontación se fue desplazando hacia la entrada de Cali, específicamente al barrio colindante de Ciudad Jardín. Fue en este punto en donde se escucharon disparos. Medios internacionales registraron los atentados contra los indígenas: “Protestas en Colombia: varios indígenas fueron heridos luego de que civiles les dispararon en Cali” https://f24.my/7dr2.t @FRANCE24_es

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Versiones indicaban que los disparos a los indígenas eran de los vecinos quienes se estaban defendiendo ya que la comunidad étnica había entrado a los condominios, sin embargo, luego se conoció que la chiva que había entrado en uno de ellos era de un familiar de un residente.

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Días antes se estaban coordinando grupos de vigilancia armados en toda Cali, manifestó Diego Martínez Lloreda, director de información de El País de Cali, asegurando que «me citaron a una reunión de seguridad y dijeron que iban a crear un grupo de vigilancia que iba a patrullar las calles y que el que tuviera armas se podía unir. Yo me negué. Esto ha venido sucediendo en varios lugares de Cali».

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La desinformación fue evidente ante los mismos hechos, sucedidos el 9 de mayo, estas fueron las dos versiones de los periódicos El País de Colombia y El País de España. Vea la noticia completa:

https://elpais.com/internacional/2021-05-10/civiles-armados-disparan-a-grupos-indigenas-y-el-caos-se-apodera-de-cali.html

https://elpais.com.co/ultimo-minuto/grave-situacion-de-orden-publico-en-el-sur-de-cali-indigenas-atacaron-a-la-comunidad.html

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Los medios de comunicación nacionales hablaban de los indígenas, como si no se tratara de ciudadanos, destapando una realidad que tal vez no habíamos querido reconocer y es que la época de la colonia aún se encuentra vigente en nuestro país.

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Daniela Soto, joven lideresa indígena, fue una de las 12 personas heridas en el ataque armado a la minga en Cali, con dos disparos en su abdomen. A pesar de tener evidencias, la Policía de Cali lo negó informando además que desde el helicóptero halcón de la institución habían logrado evidenciar la incineración de dos camionetas y el vandalismo a varios vehículos particulares con personas adentro que transitaban por el sector. La Fuerza Pública atribuyó la destrucción de los dos vehículos a indígenas de la minga.

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Como estudiante de filosofía en la Universidad del Cauca, Daniela Soto había sido elegida autoridad del Cabildo Indígena Universitario de Popayán, agrupando a todos los estudiantes indígenas de educación superior de esta ciudad. Desde 2019 empezó a trabajar como enlace directo de @ONUMujeres en su territorio. Participó en la creación de la Agenda de Paz Joven del Cauca y desde allí organizó el primer campamento de liderazgo para mujeres jóvenes del Cauca. La ONU Mujeres, la Embajada de Noruega y la Defensoría del Pueblo condenaron los ataques contra los líderes y lideresas del CRIC, particularmente el cometido contra Daniela.

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Mientras el líder del partido de gobierno igualaba a la minga con los terroristas del ELN, la @ONUHumanRights  escribía “Nos unimos a rechazo X ataques sufridos hoy por la Minga indígena en #Cali y expresamos grave preocupación. Urgimos porque se investigue y sancione el ataque que deja por lo menos 8 indígenas heridos, entre ellos varias mujeres lideresas y defensoras.”

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Frente a los hechos, el partido de gobierno solicitó al presidente una “acción militar contundente y sostenida” en Cali, cerrando la posibilidad de un dialogo como salida al conflicto.

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Aunque en diferentes videos se demuestra cómo los hombres de civil que dispararon estaban siendo protegidos por la Policía Nacional, el presidente de Colombia ordena militarizar aún más la ciudad de Cali y estigmatiza al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), solicitándoles que se devuelvan a sus resguardos en varias de sus publicaciones, dejando en tela de juicio la legitimidad de los indígenas como ciudadanos con la libertad de moverse libremente por el territorio nacional.

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Medios de comunicación internacionales como @dw.com criticaron la posición de la presidencia con las verdaderas víctimas, los indígenas: “Colombia: Iván Duque pide «el mayor despliegue» de fuerza en Cali. El mandatario colombiano también pidió al Consejo Regional Indígena del Cauca que regresen a sus territorios «para evitar confrontaciones innecesarias«. Vea la noticia en: https://www.dw.com/es/colombia-iv%C3%A1n-duque-pide-el-mayor-despliegue-de-fuerza-en-cali/a-57479362

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La @bbc.com recordó que, en octubre de 2020, unos 8.000 indígenas se desplazaron hasta la capital, Bogotá, para unirse al Paro Nacional de Colombia, un movimiento de protesta que había nacido un año antes demandando soluciones económicas, educativas y de orden público. Los indígenas buscaban una reunión con Iván Duque, pero el presidente se negó a prestarse para «una negociación con ultimátum» y criticó las marchas en tiempos de pandemia. Ahora “un colectivo de organizaciones indígenas de Colombia se movilizó este fin de semana en la ciudad de Cali para unirse a la ola de manifestaciones que han sacudido el país en los últimos 12 días y debilitado el gobierno del presidente Iván Duque”.  Vea la noticia en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-54625586

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Tras la decisión del presidente Duque de no viajar a Cali, el senador del Valle del Cauca, Gabriel Velasco, renunció a la vocería del Centro Democrático. Varios miembros del partido de gobierno criticaron al mandatario “rogándole” que viajara a Cali para retomar el control de la ciudad. De la misma forma lo hicieron excandidatos presidenciales y la Coalición de la Esperanza, que finalmente lo llevaron a viajar en la madrugada del 10 de mayo por apenas 1 hora.

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Mientras en Cali se recrudecía la violencia, el presidente del partido conservador y la Vicepresidenta de la República publicaron en Twitter sus opiniones sobre los indígenas y la minga, acorde con la línea presidencial, que establece que el lugar (hábitat) en que deben permanecer es en los resguardos, levantando además, un velo de duda sobre la legalidad de sus reclamos.

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En el día 15 de las protestas por el Paro nacional, la Minga indígena decidió retornar a sus resguardos en el departamento del Cauca manifestando que continuará las actividades de paro desde su territorio.

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Con arengas, aplausos y banderas el pueblo caleño despidió a la minga indígena, y en una carta dirigida a las autoridades indígenas del CRIC, monseñor Darío de Jesús Monsalve les pidió perdón por los disturbios del pasado domingo 9 de mayo en el sur de Cali:

«Les pido perdón, a nombre de la ciudad y de las autoridades de Cali, por las situaciones vividas. Ustedes son el pueblo esperanza de saber ancestral y aprendizajes de paz para todos».

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