Deshierbe en la huerta: cinco claves para controlar las malezas en su cultivo
Es habitual que en una huerta o jardín aparezcan plantas que usted no sembró. Aunque a menudo pasan desapercibidas, es importante controlarlas para evitar que afecten el desarrollo de los cultivos. Según el Jardín Botánico de Bogotá, muchas de estas especies son rupícolas, parte natural de la cobertura del suelo, pero comúnmente se les denomina —de forma errónea— malezas. Si no se manejan a tiempo, pueden competir por luz, espacio y nutrientes con las plantas principales.
Vale aclarar que el término “maleza” es ambiguo. De acuerdo con la Royal Horticultural Society (RHS), se utiliza para referirse a plantas que crecen en lugares no deseados, lo que no significa necesariamente que sean dañinas. Algunas incluso aportan beneficios, como atraer polinizadores o enriquecer el suelo, especialmente en el caso de las leguminosas. Sin embargo, en un cultivo manejado sí es necesario evitar que se desarrollen sin control.
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A continuación, presentamos cinco claves para deshierbar de manera adecuada y mantener su huerta en buenas condiciones.
¿Qué debe saber antes de comenzar?
Las plantas no deseadas pueden llegar por varias vías: semillas transportadas por el viento, traídas por aves o animales, adheridas al sustrato de nuevas plantas o extendidas desde jardines vecinos, especialmente en el caso de las especies perennes.
Herramientas recomendadas:
- Guantes
- Tenedor de mano o cuchillo para desherbar
- Azada de mano o de mango largo
- Almohadilla para arrodillarse
La RHS recomienda intervenir de manera regular antes de que las malezas estén demasiado desarrolladas, lo que facilita su control y evita su propagación.
Identifique las plantas desconocidas
Antes de retirar cualquier hierba, es fundamental saber de qué especie se trata y cómo se comporta. Algunas plantas autosembradas pueden ser útiles o estéticamente agradables.
Qué hacer:
- Observe el tipo de crecimiento y propagación.
- Consulte guías de identificación de especies comunes.
- Utilice herramientas especializadas si las tiene a disposición.
Controle las malezas anuales
Estas plantas crecen rápido y completan su ciclo en menos de un año, por lo que es clave retirarlas a tiempo para evitar que produzcan semillas.
Cómo manejarlas:
- Deshierbe en días secos para que las raíces expuestas se deshidraten.
- Pase la azada justo debajo de la superficie para cortar las raíces.
- Si el suelo está húmedo, retire los restos para impedir que vuelvan a enraizar.
Extraiga las malezas grandes y perennes
Las especies perennes son más persistentes, ya que rebrotan desde fragmentos de raíz. Su manejo requiere precisión y constancia.
Recomendaciones:
- Use un tenedor de mano para levantar la planta sin fracturar las raíces.
- Extraiga la mayor cantidad posible de raíz en una sola vez.
- Si crecen entre otras plantas, corte sus brotes repetidamente para debilitarlas.
- En casos severos, puede ser necesario desenterrar las plantas afectadas, limpiar sus raíces y replantarlas.
Aproveche las malezas anuales para hacer compost
Muchas malezas pueden convertirse en recurso útil, siempre que se composteen de manera adecuada.
Tenga en cuenta:
- No incluya raíces de malezas perennes como el diente de león.
- Si tiene dudas, deje fermentar las plantas en agua o dentro de una bolsa sellada antes de llevarlas al compost.
- Siga las normas locales para desechar especies invasoras catalogadas como residuos controlados.
Prevenga la aparición de nuevas malezas
Después del deshierbe, el suelo tiende a repoblarse. La clave es reducir al mínimo las condiciones que favorecen la germinación.
Cómo evitar su regreso:
- Plante de manera densa para disminuir espacios libres.
- Aplique mantillo para bloquear el paso de la luz.
- Revise la huerta periódicamente y retire las plantas no deseadas cuando aún son pequeñas.
