El gordo Correa salió del exilio a pescar “ciudadanos inconformes”
En días recientes ha reaparecido Rubén Darío Correa hablando de las anteriores elecciones, esas que perdió con el actual alcalde Andrés Hurtado, me llamó poderosamente la atención como juega con la ciudadanía al decir que lo están invitando algunos amigos para que se presente nuevamente en octubre como candidato al primer cargo del municipio, y digo que juega porqué el señor Correa se encuentra adelantado un proceso de asilo político en los Estados Unidos, el cual aparentemente surgió de unas presuntas amenazas que recibió ante unas denuncias realizadas cuando fungía como concejal de la ciudad.
Ante tal situación migratoria dudo mucho que vaya a regresar al país, además que de hacerlo para enfrentar una nueva elección no tendría el peso suficiente para postular su nombre, ahora que muchos de sus anteriores enemigos hoy son sus nuevos mejores amigos y hasta lo apoyan en las redes sociales, no es otra cosa que la muestra de esos autodenominados “faros de la moralidad pública” son los primeros en perder su memoria o mejor aún de tener memoria selectiva.
Sería bueno recordarles que el hoy ministro de salud, antes su jefe, era el principal enemigo de Rubén Darío Correa, al punto que le cerró el acceso a pauta durante su administración, además que fueron varios los encontronazos entre ambos por temas relacionados entre otras cosas con la debacle de los Juegos Deportivos Nacionales del 2015, así que no creo que el jefe ministro este muy contento que digamos.
