Opinión

El nombramiento del General (r) Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda: ¿un acto necesario o un susto para el Tolima?

Juan David Rincón Galindo

Juan David Rincón Galindo

Comunicador Social y Periodista
Especialista en Periodismo Deportivo
Socio ACORD – Tolima
Director Tolima Online

El reciente nombramiento del General (r) Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda como asesor de seguridad de la Gobernación del Tolima ha generado una serie de reacciones y preocupaciones. ¿Por qué este nombramiento genera tanto revuelo? ¿Será que algunos temen que un hombre con su historial de franqueza y su compromiso con la seguridad del país, especialmente en tiempos de adversidad, se convierta en un obstáculo para los intereses de quienes buscan, desde el gobierno del cambio, permitir el avance de las guerrillas en el departamento?

Lo primero que se debe aclarar es que no hay ninguna condena por delito que pese sobre el General Zapateiro. Su carrera está marcada por un compromiso claro con la seguridad nacional, destacándose como un líder militar en momentos de tensión. Su paso por la comandancia del Ejército Nacional lo convierte en un hombre experimentado y conocedor de los temas de orden público. Es alguien que ha tenido la responsabilidad de tomar decisiones difíciles, siempre con la premisa de salvaguardar la seguridad de los colombianos, incluso en contextos complejos como los que vive actualmente el país.

¿Es esto lo que realmente preocupa? ¿Acaso temen que su actitud frontal hacia aquellos que pretenden desestabilizar la región -y el país- no sea compatible con la visión de ciertos sectores que pretenden negociar con grupos armados ilegales? En un contexto como el del Tolima, donde las guerrillas han tenido históricamente presencia, no podemos dar espacio para que la delincuencia organizada crezca bajo el pretexto de una “paz negociada” que, en muchos casos, termina siendo un camuflaje para la expansión de estos grupos. No debemos permitir que el Tolima se convierta en un nuevo Caguán, o, peor aún, en el próximo Catatumbo, regiones donde el narcotráfico y las guerrillas avanzaron sin control.

En cuanto a los temores sobre posibles “retaliaciones” del gobierno nacional o la falta de recursos para inversión en el departamento, me parece que este tipo de especulaciones solo desvían el foco. Lo que el Tolima necesita, en este momento crítico, es precisamente un hombre como el General Zapateiro, que sepa de seguridad y que no se deje llevar por discursos vacíos que solo favorecen a la delincuencia. La lucha contra las Bacrim y las narcoguerrillas no puede esperar.

Aplaudo este nombramiento. Es un paso importante hacia la consolidación de la seguridad y la paz en el Tolima. Como sociedad, debemos cerrar filas y respaldar a quienes están dispuestos a hacer lo necesario sin trasgredir las leyes para garantizar la tranquilidad de nuestras comunidades. ¡Ajúa, mi General!

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