El tiempo dirá
La salida del Ministerio de Hacienda del economista y hoy exministro Diego Guevara Castañeda se dio tan solo a los cuatro meses, al parecer, por decirle al presidente Petro que necesitaba un recorte presupuestal. Mal por eso.
Y es que es claro que la verdad es cruel para muchos, sobre todo para aquellos que creen estar por encima “del bien y del mal” al ser dueños y poseedores de la verdad, que es el comportamiento habitual del presidente Petro, quien no atiende llamados ni escucha razones, mucho menos cuando quien le habla, está en desacuerdo con él y le presenta argumentos claros para contradecirlo.
Ahora, llega al Ministerio de Hacienda Germán Ávila Plazas, quien se convierte en el cuarto ministro de esta cartera en un Gobierno que lleva 31 meses en el poder y que ha visto más ministros que nosotros ejecución. La hoja de vida de Ávila, aún no se encuentra en la página de la Presidencia, pero El País de Cali cuenta que militó con Petro en el M-19, al punto que, en el libro ‘Una vida, muchas vidas’, Petro lo menciona al decir “Decidimos, entonces, con Germán Ávila, tras leer la Quinta Conferencia, entrar al M-19″.
Ávila Plazas es economista egresado de la Universidad Nacional de Colombia y fue el fundador de ‘Crear Cooperativa’, la Cooperativa Nacional de Ahorro y Crédito, la primera entidad de carácter financiero cooperativo en Colombia. Además, durante más de 30 años, estuvo al frente de la Federación Nacional de Vivienda Popular (Fenavip).
También ha trabajado en la formulación de estrategias de vivienda social y ha hecho parte de varios consejos y mesas técnicas para promover el acceso financiero inclusivo. Participó en Calarcá, Quindío de su reconstrucción, después del terremoto de 1999.
Es claro que no parece un hombre desconocedor de su trabajo, pero a quien, seguramente, le hace mella la opinión del presidente, debido a tanta cercanía de antaño. Lo grave es que Ávila, será el encargado de estabilizar la situación fiscal del país y eso no parece ser muy probable, cuando carece de independencia ante el presidente quien, una vez más, aprovechará su cercanía para poner a sus subalternos a hacer lo que a él le parece y quiere, no lo que al país le conviene.
Llegó otro momento para darnos cuenta si es verdad que el presidente busca rodearse de gente que cree en su proyecto progresista, pero que, a la vez, es independiente para lograr el beneficio del país. Es claro que, si al ministro de Hacienda le va bien, al país le va espectacular, porque sus decisiones se reflejan en cada uno de los pasos que Colombia da.
Si, por el contrario, el ministro comienza a comportarse como se han comportado otros, ocultando lo que al Gobierno no le conviene que se sepa y permitiendo que todos pasen de agache, el futuro cercano que nos espera a nivel económico y comercial es, como mínimo, desastroso. El tiempo dirá.
