En Colombia nacen cada vez menos niños y la fecundidad toca mínimos históricos

La tasa de natalidad en Colombia continúa en caída libre. Según el más reciente informe del DANE, en 2024 se registraron 453.901 nacimientos vivos, una disminución del 12% frente a 2023. La tendencia se vuelve aún más preocupante al compararla con 2015, cuando nacieron 661.000 bebés: hoy se reportan 207.098 nacimientos menos, una reducción del 31,3%.
Las cifras preliminares de 2025 no muestran una mejoría. Entre enero y julio de este año, nacieron 243.870 bebés, lo que representa una nueva baja del 6,6% respecto al mismo periodo de 2024.
Esta contracción en la natalidad no solo refleja un cambio cultural, sino también una transformación estructural en la sociedad colombiana. Un sondeo reciente reveló que los principales motivos por los que los jóvenes deciden no tener hijos incluyen el alto costo de vida, la preferencia por estudios o carreras profesionales, y nuevas formas de vida, como parejas sin hijos o personas que viven solas.
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Desde una perspectiva global, Colombia no está sola. La tasa mundial de fecundidad ha descendido de cinco hijos por mujer en los años 70 a 2,2 en 2024, y se espera que caiga a 1,8 para 2100, según ANIF. En Colombia, la tasa global de fecundidad llegó a su punto más bajo: 1,1 hijos por mujer. Ningún departamento supera el nivel de reemplazo (2,1), ni siquiera aquellos que históricamente lo hacían, como La Guajira o Amazonas.
La situación es crítica en regiones como Vaupés (-21%), Sucre (-20,4%), Magdalena (-20,2%) y Vichada (-19,4%), que registraron las mayores caídas en nacimientos durante 2024.
A esto se suma un preocupante proceso de envejecimiento poblacional. Según César Pabón, de Corficolombiana, aunque la población total se mantendrá estable en los próximos 50 años, habrá una marcada concentración en mayores de 45 años. La pirámide poblacional se está invirtiendo, lo que traerá consecuencias para el sistema de salud y pensiones.
Sophia Olarte, economista de BBVA Research, advierte que aunque la baja natalidad puede verse como un avance en autonomía personal y equidad de género, también representa un desafío estructural:
“El envejecimiento poblacional es una transformación profunda de la sociedad, con implicaciones económicas significativas”.
En el campo, el impacto ya se siente. Nicolás Pérez, presidente de Fedepalma, alertó que más de la mitad de los palmicultores del país tienen más de 55 años y que los jóvenes se están alejando del sector rural.
Por su parte, la Fundación WWB Colombia subraya que no se trata solo de decisiones individuales, sino de condiciones estructurales: empleo precario, falta de corresponsabilidad en la crianza y sobrecarga de cuidados.
A pesar de esta realidad, algunos sectores políticos intentan revertir la tendencia. La campaña “Salva a Colombia, ¡ten hijos!”, impulsada por congresistas provida, busca articular estrategias para incentivar la natalidad.
Sin embargo, expertos coinciden en que el reto no es solo aumentar la natalidad, sino adaptarse inteligentemente al cambio: garantizar condiciones dignas para la maternidad, reformas al sistema de salud y pensiones, e impulsar políticas sostenibles para una población que envejece rápidamente.





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