Opinión

La calidad de nuestra educación

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

Con preocupación vi esta semana un video de Alejandro Gaviria, ministro de educación, donde recomienda cambiar los criterios de admisión para el ingreso a las universidades. Su argumento radica, según explicaba, en “el contexto”, en que todos los estudiantes no tienen las mismas posibilidades de acceso a libros o métodos de estudio, a personas con las cuales debatir lo aprendido, por lo tanto, las formas en que son evaluados para ingresar a la universidad u obtener una beca, deben cambiarse, ser diferentes para cada caso, según el contexto en el que vive el estudiante, porque el resultado de un examen, lo considera de excesiva meritocracia. Su propuesta, según explica, ya es aplicada en la Universidad de California, donde Gaviria hizo su doctorado.

Infortunadamente, la propuesta del ministro no es clara en cómo y a quiénes será aplicada, es un tiro al aire que sólo deja sobre la mesa que ‘podría’ aplicarse en las universidades, lo que inquieta. ¿Estará pensando en modificar los parámetros de ingreso para pregrado y posgrado? ¿O solo los que permiten acceder a becas? Para algunos de nosotros es claro que los requisitos de ingreso no son iguales porque no deben serlo, básicamente porque, para el momento en el que se quiere hacer un posgrado, los aprendizajes y evolución realizados son diferentes, lo que permite conocerlos y evaluarlos en una entrevista, pero, ¿ya no son estos requisitos para pregrado, lo suficientemente “cercanos” y de fácil acceso para todos los estudiantes? Porque ingresar a la universidad pública no requiere, para todas las carreras, la presentación de un examen que certifique el conocimiento previo y, cuando se requiere pero no es aprobado, los estudiantes cuentan con la oportunidad de poder acceder a un semestre 0 para profundizar, al igual que pueden hacerlo los bachilleres que no obtuvieron la calificación necesaria en las pruebas hechas por el Estado. Con mayor preparación, ingresan a realizar su carrera universitaria.

Reducir los parámetros de ingreso a la educación no traerá como consecuencia más gente educada, por el contrario, ocasionará que una mayor cantidad de personas haya tenido acceso a una educación que será mediocre, debido a que, desde el ingreso, los estándares se redujeron, nivelando la educación por lo bajo, porque será la única manera en que las universidades podrán garantizar la permanencia de sus estudiantes, cuya presencia es la que los financia. Lo que debemos hacer, si queremos tener más personas con educación formal, es prepararlos para ello, fortaleciendo la educación que reciben desde la escuela primaria y secundaria y creando semestres de preparación con base en las falencias que presentan dichos estudiantes, debido a la educación escolar.

Ya retiramos las clases de historia, democracia, ética y valores de la mayoría de los calendarios escolares, no permitamos que ahora, sea directamente afectada la educación profesional. Recordemos que esos estudiantes de hoy serán los dirigentes del mañana y, lo que necesitamos de ellos, es conocimiento y capacidad de desarrollarlo. Solo así, podemos garantizar que nuestra Nación la pongamos y quede, en manos idóneas.

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