La paz real
En el Tolima se inició el conflicto colombiano, somos herederos de un lamentable pasado que encontró en el proceso de paz del presidente Santos, un alivio ante tanto dolor y violencia, somos herederos de la sangre y del abandono, territorios lejanos que hemos encontrado en la resiliencia, el café y la productividad de la tierra un bálsamo simple pero revitalizante en medio de las dificultades y de tanta amargura.
El gobierno del Presidente Petro busca la paz total, humildemente yo pido la paz real, la que debe ser cierta, tangible humana y palpable, la que genera realidades supremas en beneficio de la gente, de los ciudadanos buenos, en su mayoría que se levantan todos los días con las manos llenas de tierra para construir un nuevo país. Estoy como gobernador del Tolima feliz, por la posición del Presidente Petro que concibe en su modelo de Paz total un modelo que busca la tranquilidad y la prosperidad de todos los colombianos.
Estamos preparados para aportar al proceso que emprenda la presidencia de Colombia, en el entendido que allí encontraremos un espacio amplio, suficiente y real, que permita una PAZ REAL, que se sienta en los territorios, en la Colombia olvidada y abandonada, donde aún renace la esperanza, donde no muere el amor por el país. En el Tolima que somos actores de un drama que el país conoció, ahora estamos preparados para la esperanza el amor y la paz.
En el Tolima esperamos y queremos la PAZ REAL, que debe ser la paz total, la que es tangible, la que pueden vivir los ciudadanos de todos los estratos y de todas las esferas, la que defina de manera cierta el país que queremos todos, el país de la equidad y de las oportunidades para todos. Somos todos constructores, aportantes desde el ámbito individual y colectivo, de la construcción de un nuevo país, que deje a un lado los intereses individuales, la antropofagia y la confrontación para asumir el país de la PAZ REAL.
