Las Poesías de Tito
No Me Arrepiento
Todas las tardes desciendo al arroyo
en busca de tus olores.
Las aguas se fugan raudamente
y yo las contemplo perplejo!.
Viéndolas pasar lastimeras
se inquietan mis pensamientos.
Tu vida ausente,
las ilusiones muertas,
las rupturas y los reencuentros.
Todo fue pasajero…
Sólo me alimentan
viejos recuerdos:
los desafueros y la sed
y el destrozo apasionado de nuestra la piel.
Llenos de fiebres,
tu perdías la mente
y yo perdía la mente…
Juntábamos el cielo con la tierra
y se iluminaba el firmamento.
Y me siento en esas piedras
donde contemplaba tu cadencia…
Sentíamos crecer la hierba
mientras morían nuestras fuerzas.
Fatalmente ráfagas mortales
penetraron como lanzas
y zahirieron mis carnes.
Sucumbieron los puertos,
se hundieron los barcos,
se derribaron los muros
se rompieron las anclas.
El arroyo pasando
en busca de parajes lejanos
y en su viaje
regando las plantaciones que juntos sembramos.
En medio de esa carga
de reminiscencias amargas
voy contando los minutos y las horas
condenando mis errores,
condenando tus errores…
No me arrepiento de haberte querido.
Yo, una lámpara encendida
y tu desbarrancando el camino.
No me arrepiento de haber llorado por ti,
ni de haber escrito mi nombre en tu vida.
Tu aguas arriba
y yo esperando el estío.
Por tus besos y tus caricias
caminé en contravía,
conocí los abismos,
descendiendo peldaños,
muerto del cuerpo
agonizando en el alma.
No niego que una vez te maldije:
te negaste a prolongar mi vida.
Nuestros senderos se sembraron de espinos
en un final presentido.
Miedo tenía de los tormentosos abismos,
miedo de una noche larga
en aquellas intimidades sin calma.
Como si no pensara en mí
sino únicamente en ti.
No me arrepiento de nada!.
Y si alguna vez me arrepiento
ya no tendré a quien confesarlo.
Pensando en las horas tibias,
en el tiempo perdido
se me eriza la piel,
se me encoge el espíritu.
En esta lejanía
se van moliendo mis sentimientos
con la fortaleza raída
y sin una palabra de aliento.
Quizás ya ni te acuerdes
que fui el pan y el vino,
el calor en las noches de frío.
Tito Augusto Bustos Roa (05-09-1997)