Las practicas contemplativas
Hace unas semanas me rotó una publicidad invitándome a participar en una meditación guiada, gratuita y bilingüe con Deepak Chopra y J Balvin.
Para quienes no conocen a Chopra, es un médico, escritor, conferencista y orador motivacional indio que ha escrito sobre el Ayurveda, (medicina tradicional india), el poder de la mente en la curación, espiritualidad, etc. Por otra parte, José Álvaro Osorio Balvin, (J. Balvin) es cantante y productor discográfico colombiano, se ha posicionado muy bien en el ámbito musical y algunos de sus temas incluso han llegado como número uno en listas como Billboard.
Mi primera reacción al ver la foto de Chopra con el “Príncipe del Reggaeton”, así llaman a Balvin, fue soltar una risotada y pensar “no hay derecho a que Chopra, quien ha logrado un nombre y prestigio llegue a tal estrategia comercial y de mercadeo con un “Reggetonero” , hice una sentencia rápida y llena de prejuicios, me sonrojé conmigo misma, pasó menos de un minuto cuando reconsideré mi posición y concluí que es maravilloso que una práctica como la meditación que implica un gran esfuerzo interno, entrena la mente para autorregularla e intenta introducirnos en un modo de conciencia más elevado, sea una herramienta que cada vez llegue a más personas y así puedan acceder a ella.
Balvin es una estrella de la música, el género que interpreta es de amores y odios y como todo en esta vida, para gustos los colores. Si una estrella de la música se une con un gurú motivacional para introducir a un grupo de gente en la meditación, pues que viva esta estrategia comercial!
Quién dijo que meditar es exclusivo de una élite o que sólo un sector determinado es el que tiene el ‘derecho” de acceder a ella? la meditación se ha ido masificando y es para todos, debería serlo, es cierto que las técnicas occidentales son un poco distintas a lo que conlleva una verdadera vida de meditación ya que se ha convertido en tendencia para ganar seguidores, vender productos y demás. Generalmente se inicia en la meditación por eventos traumáticos en nuestra vida, ahora se inicia en ella más por moda, por mostrar cierta imagen de nosotros, por posar de espirituales, más que por verdadera convicción. Sin embargo, si acallar un poco la mente nos ayuda en la era del miedo, la prisa, ansiedad y depresión, la meditación es bienvenida independientemente de la razón que la haya suscitado.
Las personas que trabajan en su fortalecimiento mente-cuerpo-espíritu están más apaciguadas, son más neutrales y envían pensamientos inconmensurables a todos los seres sintientes. Dificultades de salud mental nos pueden afectar a todos y la meditación puede ser un método para ayudar a manejarlas. Balvin dice que meditar le salvó la vida y que ha luchado contra la depresión y la ansiedad, y yo le creo, porque un alto porcentaje de la población mundial adolece estos desórdenes mentales. Si adicionalmente le genera dinero, adeptos y demás, fantástico, no hay por qué sufrir por eso.
Comenté la publicación con mi profesora de Yoga y ella a su vez me dijo que incluso había escuchado de alguien que medita que este tipo de estrategias como la de Chopra y Balvin, se utilizan para captar la energía vital de las personas y bombardear la psiquis de los más débiles y así entregar la voluntad. Volví a soltar la risotada y esta vez sin sonrojarme pensé que poco le ha servido la meditación a ese ser que comentó eso, creo que juzga ligeramente y su pensamiento mágico está operando a la inversa. Sin embargo, respetable.
Algunas veces siento que algunas de las personas que practican meditación invitan al tribalismo, aunque el sentido de pertenencia es importante, no se debe generar agresiones en las técnicas contemplativas pues el objetivo de las mismas es alargar las emociones positivas. Entonces recordé el artículo que compartió un amigo hace unos días, el cual dice que la meditación puede elevar el ego, cuando realmente intenta trabajarnos la humildad.
Los que intentamos meditar, sabemos que es una práctica difícil, individual y personal que coopera en nuestro bienestar y entorno. Nos ayuda a desarrollar paciencia, expande la tranquilidad, cultiva la compasión, invita al perdón, libera temores y pretende alcanzar un poco más de generosidad. Meditar es más que concentrarnos en respirar, recitar mantras, elaborar mudras o poner “la mente en blanco”, porque nuestra mente es como un mono que salta de rama en rama y en blanco no puede estar.
Meditar no va en contravía de nada, ni de la oración, ni de ninguna religión, por el contrario puede ayudar a entender más nuestras propias creencias y a aceptar las diferencias. A los católicos por ejemplo, les recomiendo la oración contemplativa por excelencia, se llama El Oficio Divino, es una sucesión de himnos, antífonas y salmos.
En este jueves de volver a lo que fue, a lo que es, lo que siempre será… les deseo que estén felices, en paz, que sean libres de dolor y sufrimiento y que ojalá todos se acerquen un poco a alguna practica de contemplación.