Opinión

¡Manos a la obra, Bendetti!

Sara Moreno Ruiz

Sara Moreno Ruiz

Columnista Invitada

Contrario a lo que se vocifera en casi todos los pasillos de las redes sociales, a mi no me pareció caótico el famoso Consejo de Ministros de Petro.

De hecho, para haberse tratado de una reunión televisada inadvertida, lo que me pareció fue una reunión admirable de ministros, cuya mayoría demostró gran entereza, claridad, franqueza y compromiso con el país. Destaco las intervenciones del ministro de cultura, Juan David Correa; de la vice presidenta y ministra de la igualdad, Francia Márquez, y de la ministra de ambiente, Susana Muhammad; así como las de la ministra de justicia, Ángela María Buitrago, y el director de planeación, Alexander López.

En contraste con la calculada defensa, en nombre de la compasión y las segundas oportunidades, que de
Armando Benedetti hiciera el presidente en aquella reunión. Defensa que entrelazó, como es su costumbre, con anécdotas romantizadas del M19. Entre ellas, las de “amor” de los nobles hombres de ese ejército en los prostíbulos de Colombia, y las de las “hermosas mujeres” que los cuidaban y atendían en las convalecencias de la guerra para que su recuperación fuera expedita.

De verdad que Petro debió dedicarse a la escritura de novelas del amor “y otros demonios”, y no a la presidencia de la República. En fin. Pero la defensa que hizo el presidente de Benedetti también reveló su machismo estructural; al creer que clasificar a las mujeres por su “belleza” es legítimo, y no otra consecuencia del patriarcado que nos dividió entre hombres y mujeres (las últimas con menos categoría que los primeros), pero también entre feos y bonitos: “Mujeres hermosas para cuidar a los heridos; no por machismo, sino para que los soldados se recuperaran más rápido”, dijo textualmente el presidente.

En conclusión, nuevamente queda en evidencia la megalomanía de Petro que, para mi, es el problema de
fondo (que no de forma) que dijo Cecilia López que tenía este gobierno, cuando en una entrevista sobre el encuentro de Ministros con el presidente le preguntaron si creía que el problema de la reunión había sido solo de forma. Es de fondo, contestó Cecilia. Una megalomanía que se confirma una y otra vez en sus acciones, y que deja en evidencia que su prioridad no es el porvenir de Colombia sino sus delirios de Bolívar. En consecuencia, las bien conocidas “habilidades” de Armando Benedetti para la política prevalecen sobre las buenas intenciones y ejecución de sus ministros que, por demás, fueron mal tratados por su jefe (otra muestra de su machismo).

Bien lo dijo Benedetti a su llegada de la FAO, o del retiro espiritual en el que se encontraba: el progresismo no tiene votos. ¡Manos a la obra!

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