Opinión

Querido Niño Dios

Adriana Bermúdez

Adriana Bermúdez

Creyente en que con la verdad, todo se puede. Comunicadora social, Magíster en Administración.

La carta al Niño Dios este año, estuvo compleja. Desde pedir que alguien nos dé razón del por qué están asesinando líderes sociales con tanta tranquilidad, aunque nadie lleve la cuenta como en el gobierno anterior, hasta pedirle que nos ayude a que a Colombia no se la tome el comunismo, porque eso de carecer de cualquier elemento básico para vivir, no suena motivante.

Y es que no podemos negar que cerramos un año de mucha incertidumbre. Aunque parece que por fin superamos el Covid-19 y tratamos de cerrar el capítulo del mal llamado ‘estallido social’, la realidad es que las medidas que toma a diario este ‘Gobierno del Cambio’, no dejan a Colombia salir realmente de la crisis en la que quedó sumergida con estos dos hechos.

Si no me cree, evalúe la batalla legal en la que quiso meterse el Gobierno Petro contra la firma Thomas Gregg & Sons, que tiene todo el derecho a demandarnos porque participaron en una licitación para elaborar los pasaportes de nuestro país y el Gobierno la declaró desierta, porque tuvo un único oferente, básicamente porque nadie más estaba en capacidad de cumplir con las condiciones del pliego de peticiones de la oferta. Estamos pendientes de si se logra una conciliación que haga menos onerosa la sanción para Colombia, pero ya es claro que las decisiones tomadas no fueron las correctas y perjudicaron al país, no solo retrasando los procesos de elaboración de pasaportes, sino haciéndole pagar una suma bastante amplia. Si el Gobierno hubiera respetado las condiciones del pliego, otra historia para la economía del país estaríamos contando.

Crearon el Ministerio de la Igualdad y esta es la hora en que nadie sabe para qué sirve, ni siquiera el propio Gobierno. Una cifra escandalosa de dinero ha sido invertida en este organismo y sus funciones no están claras, mucho menos sus acciones. Eso sí: pusieron a “vivir sabroso” a los viceministros, porque con la experticia que demuestran en sus hojas de vida, es seguro que nadie los hubiera contratado para cargos de semejante responsabilidad y, mucho menos, de semejante remuneración.

Cerraron la exploración y explotación de hidrocarburos, lo que seguramente, traerá consecuencias a nivel de ingresos por regalías e impuestos. Lo triste es que cuando uno revisa la idea que tiene el presidente de ponerse de la mano de las energías limpias, encuentra que los famosos paneles solares y las baterías con las que quieren poner a rodar más carros eléctricos, son más contaminantes para el medio ambiente que el mismo petróleo.

Como comportamiento ejemplar, el hijo del presidente está dilatando su declaración ante la justicia por el caso de los ‘dineros sucios’ que entraron a la campaña de su padre, esperando al cambio de fiscal. Esto demuestra, una vez más, que las prácticas inapropiadas que se dan entre los políticos, se mantienen presentes entre ellos sin importar el partido político al que pertenezcan.

En fin, querido Niño Dios, continúa apiadándote de nosotros. Aún tenemos mucho que aprender en lo que a toma de buenas decisiones se refiere y aunque no hay mucha esperanza en que lo logremos pronto, confiamos en que, de tu mano, lo haremos algún día no muy lejano.

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