Sony rediseña la PlayStation 5 por crisis en el suministro de microchips
La última consola de la compañía nipona se ha convertido en el mayor deseo de varios aficionados a los videojuegos, y aunque ofrece ciertas ventajas técnicas frente a su predecesora, la PlayStation 4, muchos jugadores prefieren adquirir la llamada ‘Consola negra’ que se lanzó al mercado en el año 2013 y ha sido un éxito en ventas, con aproximadamente 120 millones de unidades vendidas.
Esto se debe a que pocas personas están en la capacidad de desembolsar los 400 dólares que cuesta la reciente creación de Sony, entre tres y cuatro millones de pesos colombianos. A su vez, la diversión que brinda una PlayStation 4 es prácticamente la misma, y muchos jugadores prefieren esperar a que Sony produzca nuevo ‘Modelo Slim’ de la nueva consola mientras terminan de exprimir su vieja compañera de aventuras.
“Se espera que la ventas sean menores que el pronóstico de octubre a causa de una disminución en las ventas de unidades de consolas PlayStation 5, principalmente debido a una escasez en el suministro de componentes, especialmente semiconductores”, comentó Sony en un reporte financiero reciente.
La situación es que, mientras Sony no venda suficientes consolas PlayStation 5, el dinero invertido en la fabricación del hardware no tendrá la retribución económica suficiente para producir nuevas unidades, por lo menos, no al ritmo que acostumbran los japoneses. En consecuencia, reducir costos no es una alternativa, tomando en cuenta la calidad de los componentes de la consola, haciendo que un rediseño en su estructura parezca una alternativa razonable.
Cabe señalar que, con el lanzamiento de Spider-Man: No Way Home, la compañía japonesa ha recibido ganancias estimadas en 1.878 miles de millones de dólares y no depende exclusivamente de la industria de los videojuegos, este ‘titán tecnológico’ está presente en la producción de celulares, televisores y demás componentes. Lo que es una realidad es que, en cuanto al nivel de producción de consolas PlayStation 5, Sony no está pasando por su mejor momento.
Se estima que con el paso del tiempo los jugadores den ‘un salto’ a la nueva generación de consolas, pero muchos continúan disfrutando de exclusivas de PlayStation 4, como Bloodborne, God of War o The Last of Us. Así las cosas, a menos que los jugadores se quieran poner al mando de las últimas exclusivas de PlayStation 5, como God of War Ragnarok, Horizon Forbidden West o Demon’s Souls Remake, la última consola de Sony no será una prioridad en su colección.
