Cali es un polvorín
Desde hace poco más de 10 días la Sultana del Valle se viene convirtiendo en un polvorín ante la mirada despreocupada del gobierno de Iván Duque, en la últimas horas se presentaron altercados entre algunos habitantes del sur de la ciudad y miembros de la minga indígena que ha empezado a llegar Cali para sumarse a las protestas del paro nacional.
Todos los días desde que se inició el paro producto de la reforma tributaria en Cali se presentan heridos, muertos, negocios incendiados, desmanes y ahora como si fuera poco ya hay enormes filas para tanquear los vehículos, la comida empezó a escasear y la gente independiente de su preferencia política ya no aguanta más.
Desde diferentes escenarios sociales, políticos, culturales, deportivos y diligénciales se le ha pedido al Presidente que haga presencia en la ciudad para solucionar la crisis que se está viviendo, sin embargo hace pocos minutos manifestó a través de un medio radial que “por prudencia y no distraer el trabajo de fuerza pública”, no irá a Cali, lo cual a exacerbado los ánimos y los vallecaucanos, en especial los caleños lo han sentido como una afrenta institucional para todos demostrando el poco interés del gobierno por la ciudad.
Cali se encuentra a un paso muy pequeño de desatar un derramamiento de sangre sin precedente alguno en la época reciente de Colombia.
