Desde los emprendimientos campesinos e indígenas se cuida la Amazonia

En Colombia, Perú y Ecuador las comunidades indígenas y campesinas apuestan por el turismo, el desarrollo de cosméticos, la creación de artesanías o la producción de alimentos para aprovechar de manera sostenible sus bosques y mejorar las condiciones de vida de sus comunidades.
En Colombia, las iniciativas de estas comunidades se desarrollan en tres de los departamentos más amenazados por la pérdida de bosque en el país: Guaviare, Putumayo y Caquetá, y muchas de ellas funcionan como áreas de amortiguación de varias áreas protegidas, entre estas, el Parque Nacional Natural Serranía del Chiribiquete y el Parque Nacional Natural Cordillera de los Picachos.
Conozca algunos de los emprendimientos que hacen parte de nuestra Colombia:
Arte Colibrí: Su nombre significa libertad y mensajes de buenas noticias, según la cosmovisión indígena Kamëntša. Nació desde hace diez años y desde entonces su motivación es apoyar la economía de las mujeres artesanas del territorio.

Asociación Shinyak: A través del tallado de la madera, la Asociación Shinyak busca rescatar el legado ancestral del pueblo Inga Kamëntšá Biya. Actualmente, la asociación está conformada por más de 40 artesanas (os) descendientes de los pueblos Inga y Kamentsä Biya. La mayoría son madres cabeza de hogar, estudiantes y víctimas del conflicto armado.

Bioingredientes Amazónicos (Bioincos): Putumayo, encontró en el aprovechamiento sostenible del sacha inchi (Plukenetia volubilis) y el cacay (Caryodendron orinocense) -dos frutos amazónicos con grandes propiedades nutracéuticas que se dan en abundancia en la región- la oportunidad de iniciar una empresa de productos cosméticos para la piel. Actualmente, esta iniciativa trabaja con más de 200 familias indígenas de los pueblos Emberá, Pastos e Inga.

Asociación Asocasán: Fomentar la paz y la unión es una de las principales metas de esta organización campesina desarrollada cerca al Parque Nacional Natural Alto Fragua Indi Wasi, un territorio que, a pesar de su gran biodiversidad, por mucho tiempo sufrió problemas de orden público ligados a los cultivos ilícitos y la presencia de las FARC.
