El bien germina ya
Debo confesar que, al menos para mí, las jornadas electorales son muy intensas emocionalmente. Y son así porque siempre quiero lo mejor para mi ciudad y mi país, por eso me duele cuando los elegidos son las personas que no considero idóneas. Para ustedes, que me honran con su lectura, no es un secreto que no estoy de acuerdo con las ideas que la izquierda ha planteado en nuestro país, por eso, los resultados de las principales ciudades en esta oportunidad, me conmovieron hasta las lágrimas.
Y no me refiero a un llanto desconsolado y profuso, sino a unas simples lágrimas que, llenas de alegría, reflejaban la satisfacción que podemos sentir por los resultados obtenidos ayer, aquellos que día a día, vemos que este gobierno y sus aliados no han hecho las cosas bien, ni en beneficio del pueblo que prometieron cuidar y defender, por lo que éste decidió cobrar en las urnas, la desidia y el despilfarro al que han estado dedicados con los recursos de los ciudadanos, del país.
Sin embargo, el abstencionismo ocupa un lugar muy importante en nuestras urnas y su tendencia es al aumento. El 40.80 % de los colombianos inscritos en el censo electoral, decidió no salir a votar, dejando en manos de otros las elecciones regionales. Esta cifra tan alta me deja pensando ¿es tanta la desidia y el desinterés que tenemos por la política o nuestro censo electoral necesita ser actualizado? La democracia permite que, por ejemplo, el alcalde de una ciudad como Cali, sea elegido con solo el 45.36 % de los votantes, lo que parece insólito, aunque así es la democracia.
En cuanto a los resultados, lograr que Carlos Fernando Galán sea alcalde de Bogotá en primera vuelta, es la muestra más clara de la apatía que los colombianos están sintiendo por el Pacto Histórico, la izquierda y sus candidatos. Evitar el desgaste y el gasto que una segunda vuelta representa, es algo que podría considerar hermoso, por parte de los capitalinos.
En Cali, cuando la suerte parecía echada debido a la fuerza de las maquinarias, Alejandro Éder logró derrotar el continuismo del gobierno Ospina. Esperemos que los concejales, en su mayoría de la corriente y aliados de Jorge Iván Ospina y quienes esperaban al Chontico en el CAM, entiendan que lo importante son las necesidades de la ciudad, sean aportantes y propositivos para sacar adelante los proyectos que la ciudad necesita.
En Medellín y Barranquilla, Fico Gutiérrez y Álex Char, respectivamente, repiten en la Alcaldía. Fico alcanzó la victoria con el 73,36 % sobre Juan Carlos Upegui, primo de la esposa de Daniel Quintero, exalcalde de la ciudad y, en Barraquilla, Char obtuvo el 73,24 % sobre Antonio Bohórquez del Polo Democrático. En Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán de Defendamos Bucaramanga, se impuso con el 34,62 % a Carlos Parra.
Queda claro que, en las principales ciudades del país, la izquierda quedó erradicada. Pero no solo fue por el actuar del gobierno nacional, también, el resultado obedece a los comportamientos de las Alcaldías de turno, dedicadas durante cuatro (4) años a dejar las arcas de los diferentes municipios que gobiernan en ceros, destruyendo o no realizando, muchos de los proyectos que podrían traer desarrollo a la región. Confiemos en que el bien germina ya sobre un gran aprendizaje que nos permitirá no volver a equivocar el camino. Solo debemos realizar mucha veeduría ciudadana para garantizar que quienes llegaron al poder, sepan ejercerlo con responsabilidad.
