Cómo superar el hábito de morderse las uñas
La onicofagia, o el hábito de morderse las uñas, es una respuesta común al estrés, la fatiga y el aburrimiento, que afecta a personas de todas las edades. Aunque este hábito suele comenzar en la infancia, puede persistir en la adultez, causando problemas dentales y afectando la estética de las manos.
Los efectos de la onicofagia van más allá de las heridas visibles en los dedos. Este hábito puede generar problemas oclusivos dentales, que podrían requerir tratamientos ortodónticos. Además, la apariencia de las uñas y los labios también se ve afectada, lo que puede disminuir la confianza y el bienestar emocional de quien lo padece.
¿Cómo dejar de morderse las uñas?
De acuerdo con el portal “La Voz de la Salud”, superar la onicofagia requiere un enfoque integral. El apoyo psicológico es fundamental para identificar las causas subyacentes del hábito y desarrollar estrategias para controlarlo. Un psicólogo puede trabajar con el paciente para establecer pautas de comportamiento que ayuden a reducir la ansiedad asociada con morderse las uñas.
En cuanto a soluciones físicas, los odontólogos pueden ofrecer férulas especiales, que impiden el contacto entre los dientes y las uñas, dificultando así el hábito. Estos dispositivos son útiles durante el proceso de recuperación, que puede llevar semanas o meses.
Además de la intervención profesional, existen soluciones como los esmaltes de uñas amargos, que ayudan a disuadir el hábito por su sabor desagradable. También se puede recurrir a envolver las puntas de los dedos con tiritas, o usar chicles sin azúcar como una alternativa saludable.
Superar la onicofagia es posible con paciencia y estrategias adecuadas, logrando mejorar la salud y apariencia de tus manos y dientes.
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