Historias

El espíritu está en una botella

Martha Lucía Barbieri

Martha Lucía Barbieri

Comunicadora Social -Yo soy la que soy –

«Después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después del segundo, uno ve las cosas que no existen. Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal y como son, y eso es lo más horrible que puede ocurrir». Oscar Wilde sobre la Absenta.

Viñedo – Foto Martha Lucía Barbieri

Tengo fascinación por varios temas, entre ellos, todo lo relacionado con el alma y el espíritu, esto me encaminó a querer contarles algo que sé muchos de ustedes desconocen. El espíritu está en todo, incluso lo pueden encontrar embotellado, lo beben sin saberlo y les aseguro que lo toman con regularidad y es de su total agrado.  

Debo hacer un paréntesis para explicarles la primera vez que conocí a los espíritus. En unas vacaciones de temprana juventud acompañé a mi anfitriona al supermercado, ya en caja, listas en la línea de pago, me dijo que compráramos vino para celebrar mi visita. Pensé en buscar la zona de licores pero ella me afirmó que en el supermercado no encontraríamos bebidas alcohólicas.  

Con sorpresa le indagué un poco más sobre el tema, entonces me aclaró que aunque en algunos estados de los Estados Unidos estas bebidas están en los supermercados, en muchos otros únicamente se podían adquirir en licoreras.  

Salimos de ahí a la licorera más cercana, un lugar pequeño, de barrio y sin mayores pretensiones, cuyo nombre en inglés estaba relacionado con los espíritus. Estuve atenta en las siguientes salidas y observé los avisos de las licoreras, noté letreros con nombres similares y con el tema espiritual casi siempre presente, me llamó mucho la atención: (spirits shop, wine and spirits, fine wine and good spirits…). Decidí indagar un poco más y saber por qué estos seres aéreos eran tan mencionados en estos establecimientos.

Espíritus del licor

La palabra espíritu viene del latín spiritus, que significa respiración, aliento, aire, viento, suspirar; en conclusión vida, y los espirituosos, «spirits«, son bebidas con proporción elevada de alcohol destinadas para el consumo humano y procedentes del proceso de destilación de materias primas agrícolas (cereales, frutos secos, hierbas, flores, semillas, caña, fruta y también maderas aromáticas y a las cuales se les puede adicionar azúcares, aromas, edulcorantes).  

Sí, hasta ahora han entendido muy bien, una bebida espirituosa es una bebida alcohólica (aunque no todas las bebidas alcohólicas son espirituosas).  

Entonces divertida aprendí en ese viaje que las licoreras son tiendas especializadas en vender espíritus y no lograba comprender por qué yo no lo sabía desde mucho antes (ha de ser por pésima consumidora).  

En sus inicios las bebidas espirituosas tenían fines terapéuticos, eran elíxires medicinales que buscaban la inmortalidad, curaban enfermedades, disminuían la hinchazón, evitaban infecciones y servían de reconstituyentes, hasta lograban «revivir muertos» ya que el espíritu regresaba a ellos. También animaba y elevaba a algunos. 

Alquimistas observaban la evaporación de los alcoholes y pensaron que este vapor se trataba de espíritus, de allí el uso del término.  

Al beber el líquido, la sensación era como de agua que arde en la boca (llamada Aqua Ardens) (agua ardiente, sería para nosotros). Esta percepción de quemazón se equilibraba con los «efectos mágicos» como sentir un mejor estado general y una sensación de felicidad, así fue como esta medicina se llamó después agua de vida (Aqua Vitae), de ahí el término en francés Eau de Vie.  

Luego la palabra alcohol (al kohol), se comenzó a utilizar para identificar el líquido embriagante en las bebidas, reemplazando así a nombres como espíritu, agua de vida o agua ardiente.  

La verdadera esencia del espíritu es el resultado de la destilación (del latín stilla que significa gota o gotear) Para hacerlo simple, lo que traza el espíritu es el alcohol y el llamado vapor sutilísimo no es más que lo que exhalan el vino y los licores.  

Vieux Carré – Foto Martha Lucía Barbieri

Uno de los destilados más polémicos es la Absenta o licor de ajenjo. Este es un espirituoso muy especial por su misticismo y controversia desde sus orígenes en Europa. La llamada «Hada Verde» tiene todo un ritual para consumirla y puede alcanzar los 89,9 grados de alcohol, en el siglo XIX se dijo que podría causar demencia y alucinaciones, es por esto que se prohibió en algunos países. La Absenta, tan relacionada al arte y literatura, fue inspiración de artistas como Baudelaire, Wilde, Rimbaud, Manet, Picasso, Hemingway…hasta dice un mito que Van Gogh se cortó el lóbulo de la oreja estando bajo sus efectos y pensó en enviarle dicha parte de su cuerpo a un gran amor (embriagado de romanticismo el señor).   

Uvas – Foto Martha Lucía Barbieri

Hay varios tipos de destilación, la simple y fraccionada son las más conocidas. La destilación simple aplica una técnica llamada «cabeza-corazón-cola» que es por donde viaja y despierta el espíritu: la primera parte es la cabeza y es tóxica por esto se desecha, la última parte es la cola y son alcoholes pesados de mal sabor, sólo se debe aprovechar el corazón de la destilación, que es el que posee el alcohol etílico y cuyo vapor al condensarse crece en graduación y así se obtienen sustancias de elevado espíritu.  

Para condensar esta explicación y no causar una resaca, en la parte práctica lo único que hay que ponerle a esta vida es mucho, mucho, mucho corazón y esto hasta la destilación lo sabe. Al parecer ponerle mente y cola causa toxicidad. Pero esto era sólo un paréntesis en la historia.  

Aguardiente Tapa Roja, el trago de los tolimenses.

La bebida espirituosa nacional  

Nuestro espíritu es el guaro, es la bebida espirituosa nacional, el Aqua Ardens, el Aguardiente. La bebida alcohólica más popular de nuestro país (aunque no la más consumida) y la que identifica nuestras costumbres y cultura. 

El aguardiente, este producto histórico, es un destilado de un fermentado alcohólico y es un término genérico que agrupa varias bebidas. Los hay de vino, de sidra, anisados, de frutas, de caña… en Colombia nos referimos específicamente al de caña, aromatizado con anís estrellado y le hacen maridaje con cortes de limón, mango verde o pedacitos de coco. 

Como dato adicional, muchas veces sus ingredientes no son totalmente colombianos como esperaríamos.  

Algunas creencias populares de este producto, dicen que cura el resfriado y el dolor de garganta, desinfecta y que el primer trago se riega al piso para las almas del purgatorio, es decir, para los mismísimos espíritus.  

Este licor tiene tantos sobrenombres como departamentos que lo producen en Colombia: guaro, chorro, gota, diésel, Photoshop, embellecedor, son sólo algunos de ellos.  

Además del aguardiente, conocemos muchas bebidas espirituosas, les recordaré algunas:  

Foto Marta Lucía Barbieri

– Vodka (agüita en ruso).  

– Brandy (es un tipo de vino y se elabora a partir de la piel, pulpa, semilla y los tallos de la uva), se conserva mínimo un año en barriles de roble.  

– Orujo o aguardiente de orujo (procede del hollejo de uva).  

– Grappa (emplean el hollejo de la uva).  

– Hpnotiq (champan azul).  

– Soju (bebida nacional de Corea del Sur).  

– Slivovitz (se elabora en Europa del Este).  

– Aquavit (destilado de patata procedente de países escandinavos).  

– Chartreuse (licor francés elaborado a partir de hierbas maceradas).  

– Pisco (destilado de vino originario de Perú y Chile). 

– Cachaza (destilado de patata de Brasil) 

–  Mezcal y tequila (destilado de agave de maguey de México).   

– Mamajuana (República Dominicana)  

– Aguardiente (Colombia).  

– Chaparro (El Salvador).  

– Quezalteca (Guatemala).  

– Singani (Bolivia). 

– Grappamiel (Uruguay).  

– Fernet con coca (Argentina el fernet es una bebida de origen italiano, los argentinos le añaden Coca Cola).  

Por supuesto la ginebra, el ron, el whisky (uisce beata en irlandés), el coñac y amaretto son muy espirituosos. El vino y la cerveza son bebidas fermentadas no destiladas. Ya sabe cuál es su destilado favorito? Si me preguntan por mi espíritu preferido diré sin duda Ginebra y Fernet.  

Las bebidas espirituosas aunque pueden causar euforia inicial, se relacionan con sentimientos de tristeza. Por su parte, dicen que el vino y la cerveza (no espirituosos), tienden a ser más relajantes.   

En este jueves de volver a lo que fue, lo que es, lo que siempre será…deseo que encontremos caminos elevados y espirituosos, nos embriaguemos de luz y armonía, salgan las sustancias tóxicas y así permanezca lo bueno en nuestra destilación.  

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