Entre polémico y absurdo
El presidente Petro no deja de sorprendernos. Sus propuestas son cada vez, más inverosímiles. Esta vez, tiene la brillante idea de crear un fondo multidonante internacional para financiar al ELN para que no vuelva a extorsionar. Parece que, lo obtenido por las Farc durante el proceso de paz no era el límite y el grupo al margen de la ley que tuviera la oportunidad de ser el siguiente en la mesa de negociación, comenzaría donde los anteriores quedaron, así, podrán obtener más. Ya veremos que no fue suficiente tener a los Comunes en el Congreso, la versión mejorada de ello incluye sostener a los Elenos, otro grupo guerrillero que ha mantenido durante décadas, a los colombianos en vilo.
Y esta propuesta no debe parecernos extraña. Solamente pensemos de dónde viene el presidente Petro, cómo y de qué vivía antes de dedicarse a la política, así, podemos pensar que lo que busca en esta ocasión es quedar bien con amigos de antaño, compañeros de lucha, lo que le conviene más que atacarlos con la fuerza pública. Y para lograr su objetivo, de nuevo el presidente busca legalizar lo ilegal, en esta oportunidad garantizando los recursos para que, supuestamente, el grupo guerrillero pueda dejar de extorsionar y secuestrar porque consideran que si les quitan algo, les deben dar algo. De nuevo, como ocurrió con las Farc, el proceso de paz se convierte en el medio para que los ilegales pasen a la legalidad sin dejar sus verdaderas intenciones y raíces, hoy llamadas “disidencias”. Porque si de querer cambiar se tratara, los miembros del ELN serían los primeros en poner todos los temas de conversación sobre la mesa para lograr que se trataran y resolvieran lo más pronto posible, pero eso no es lo que ocurre, así no funciona.
No deja de llamar la atención que, en medio de la situación económica que atraviesa el país, el Gobierno esté buscando recursos para sostener a los ilegales, mientras los legales, aquellos que pueden sacar adelante este país, están solos buscando quién pueda apoyarlos. El botón de muestra es un grupo de, aproximadamente, 21 jóvenes de Cucaita, Boyacá, quienes se inscribieron en el curso de robótica CanSat 2022, realizado por la Agencia Espacial Colombiana. Dicho concurso consistió en construir un satélite miniatura para solucionar una problemática presente en su municipio. Su participación obtuvo el segundo lugar y el premio consiste en conocer el NASA’s Johnson Space Center, pero deben gestionar los recursos para su viaje. Hasta el momento, sólo 6 de ellos cuentan con patrocinio, los demás, están haciendo todo lo posible para conseguirlo, por eso visitan medios de comunicación, le cuentan a la gente su hazaña y comparten las ilusiones que tienen por llegar a conocer el sitio más icónico que tiene el planeta a nivel de investigación espacial.
Si el presidente busca recursos internacionales para lograr que unos delincuentes dejen de delinquir, lo que es poco probable, ¿por qué no gestiona recursos para apoyar a estos pequeños a que logren sus sueños? Quizás así, accedan a una carrera profesional que aporte al desarrollo del país, además de ayudar a que tanta gente que tenemos en los pueblos de Colombia se dé cuenta que vale la pena soñar y luchar por hacer realidad sus sueños.
Como colombianos, debemos apoyar a estos pequeños, apoyar a la Fundación para el Desarrollo de los Niños y los Jóvenes, Funorp, a lograr que estos 21 jóvenes puedan llegar hasta Houston y ver una realidad que, hasta hoy, les está siendo esquiva. Seamos para estos jóvenes, el puente y la luz que nuestro presidente busca ser para otros con intereses menos loables.
