Errores comunes de higiene en la cocina que podrían poner en riesgo tu salud
La cocina es el corazón del hogar, pero también puede convertirse en un espacio donde las bacterias prosperan si no se siguen prácticas adecuadas de higiene. Aunque muchas costumbres se transmiten de generación en generación, algunas pueden estar equivocadas o no ser suficientes para garantizar la seguridad alimentaria. Aquí te contamos cuáles son los errores más frecuentes a la hora de cocinar y cómo evitarlos para proteger tu salud y la de tu familia.
1. Usar solo agua para desinfectar frutas y verduras
Limpiar frutas y verduras únicamente con agua no elimina por completo las bacterias, pesticidas o microorganismos dañinos que puedan contener. Para una desinfección efectiva, se recomienda emplear soluciones comerciales específicas o alternativas naturales como bicarbonato de sodio o vinagre. Estas opciones ayudan a eliminar más del 90% de los residuos y son seguras para el consumo.
2. Organización incorrecta en el refrigerador
Cada zona del refrigerador tiene temperaturas específicas diseñadas para almacenar diferentes tipos de alimentos. Colocar los alimentos en lugares inadecuados puede acelerar su descomposición y facilitar la propagación de bacterias. Por ejemplo, los productos crudos, como carne o pescado, deben ir en los compartimentos inferiores para evitar el goteo sobre otros alimentos.
3. Uso de los mismos utensilios para todo
Un error muy común es usar un solo cuchillo o tabla de cortar para distintos ingredientes, como carne cruda y vegetales. Esta práctica fomenta la contaminación cruzada, que puede ocasionar enfermedades graves como salmonelosis. La solución es sencilla: asignar utensilios específicos para cada tipo de alimento o lavarlos cuidadosamente con agua caliente y jabón entre usos.
4. Descongelar alimentos a temperatura ambiente
Colocar alimentos congelados en el mostrador para descongelarlos es una práctica habitual, pero peligrosa. Durante este proceso, los alimentos liberan agua que crea un entorno propicio para la proliferación de bacterias. La forma más segura de descongelar es trasladar los alimentos al refrigerador unas horas antes de su preparación o utilizar el microondas si se necesita rapidez.
5. Lavar el pollo: un mito peligroso
Aunque muchas personas aún insisten en lavar el pollo crudo antes de cocinarlo, esta práctica es contraproducente. Al enjuagarlo, el agua salpica superficies cercanas, trastes y otros alimentos, esparciendo bacterias como la salmonela. En lugar de lavarlo, basta con cocinarlo bien a una temperatura interna de 74 °C para eliminar cualquier microorganismo dañino.
Adoptar estas buenas prácticas en la cocina no solo mejora la calidad de los alimentos, sino que también reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Es hora de cuestionar hábitos que, aunque tradicionales, podrían no ser los más seguros para ti y tu familia.
Escrito por: Michelle Santos Loaiza