Hay que cambiar para ser ganadores
Después del duelo que suscita una final perdida, hay que tener diversas críticas en torno a lo que se debe corregir. ¿Ejercicio de dolientes? ¿Votos solemnes? No, eso hace parte de construir un camino ganador. Atentos a los siguientes comentarios:
- Para Hernán Torres: Profe, hablando a carta cabal. El planteamiento en la primera parte careció de dos cuestiones: El enroque acostumbrado de Juan Fernando Caicedo y Anderson Plata (que le da mayores argumentos en ataque al Deportes Tolima) y la salida constante de los laterales. Es cierto que la falta previa al gol de Matías Mier (gol que le dan a Vuletich) hace parte del esquema lineal con el que se defienden las pelotas quietas, pero, ¿por qué el arquero no maneja su área en ese aspecto? Éste gol se ha visto continuamente en su gestión. En la segunda parte, la actitud fue otra y es ahí donde detenemos el comentario: La raíz del Deportes Tolima siempre ha estado en el sistema ofensivo y si se reduce solamente a pelotazos y a transiciones rápidas, difícilmente se va a dar el salto a equipo ganador. Nos quedamos con ese segundo tiempo, en el que realmente el ‘Vinotinto y Oro’ mostró a cabalidad su idea. En esto se tiene que trabajar.
- Para los jugadores: Muchachos, la gente se queda en muchos aspectos con el pundonor deportivo y la voluntad para buscar los resultados. El Deportes Tolima ya tiene una idea de juego, que por momentos se vuelve predecible. Hay errores puntuales que se los están cobrando: Una pelota quieta de costado –como el gol de ayer-, una mano que termina en tarjeta amarilla e incluso caer en la provocación –como pasó ayer con Juan David Ríos y James Sánchez-. La final perdida ayer no puede ser impedimento para buscar el título que la afición y ustedes tanto quieren; lo cierto es que la actitud de algunos jugadores debe cambiar por el bien del grupo (no mencionaremos quién o quiénes). El ejemplo más claro de resiliencia fue el de Sergio Mosquera y el de Anderson Ángulo, ambos partícipes del gol del empate. Hay sociedades (Ríos-Gordillo, Ángulo-Mosquera, Plata-Caicedo, Campaz-Cataño, etc.-) y bajo esa premisa se tiene que seguir trabajando. No se hace campeón un equipo que tiene un camino de rosas, al contrario, superar el camino de espinas es parte fundamental del proceso.
- Para Álvaro Montero: Hay un error puntual repetitivo: Los balones de costado. Éste ejemplo lo vimos con Atlético Junior en todo el 2019 (Superliga, Torneos Apertura y Finalización) y en 2020 (el enfrentamientos por 4tos de Final), con DIM ayer (y en 2018) y otro de los que se tiene que mencionar, con Unión La Calera (en la pasada Copa Sudamericana); habrán otros ejemplos. Parte del crecimiento personal es mejorar los errores y si algo ha hecho Montero es crecer día a día como profesional y como futbolista. El tema es que cuando estos errores se hacen manifiestos, se incluyen dentro de la carta de presentación de los rivales. En cuanto a los penales, la intuición es acertada pero la experiencia marca aguantar un poco más los cobros, factores en los que la talla y los reflejos marca diferencia el portero Guajiro. Gracias a él, llegamos a ésta final y la diferencia nunca fue manifiesta en los penales.
- Para Yeison Gordillo, Juan David Ríos, Jaminton Campaz y Juan Fernando Caicedo: Junto con Montero, los puntos más altos del equipo. Como diría el gran Dante Panzeri: “El fútbol es la dinámica de lo impensado”. Cuando estos futbolistas se juntan, suman un plus para el Deportes Tolima. Al saberlo, Hernán Darío ‘El Bolillo’ Gómez buscó cómo neutralizarlos: Provocaciones, doblajes en marca y también, la famosa malicia indígena que hacen parte del juego. En las finales, no se puede regalar nada, ni una gota de sudor y tampoco dejar escapar ningún detalle. El tema aquí puede ser una de las soluciones que también pueden encontrar Hernán Torres y su cuerpo técnico: ¿Cuáles son las soluciones a implementar cuando se aísla del partido a alguno de estos 4? Como decimos parte del “Camino a la grandeza” (lema institucional actual del conjunto Tolimense) es adaptarse a todo tipo de situaciones para salir adelante. Ése es el “algo más” que hace falta.
Habrán muchos comentarios respecto a situaciones puntuales del partido como la mano sancionable de David Loaiza (según el VAR, los rebotes desnaturalizan éstas jugadas como causantes de penas máximas), el gol de Sergio Mosquera (a nuestro juicio, mal anulado) y tarjetas amarillas que pudieron dejar con 10 a ambos equipos. Lo puntual, a lo que queremos enfocar éste artículo es en todo lo que se tiene que hacer para que el Deportes Tolima deje de ser un equipo protagonista y se convierta en un equipo ganador.
“El camino a la grandeza son los títulos”.