Jamundí vive una semana de terror por ataques con explosivos
Los habitantes del municipio de Jamundí, Valle del Cauca, han vivido una semana de horror debido a una serie de ataques terroristas que han dejado al menos veinte personas heridas. Los recientes hechos de violencia han desbordado la tranquilidad de la comunidad, generando pánico y preocupación entre los residentes.
El ataque más reciente ocurrió en la mañana de este viernes, cuando una explosión de una motocicleta cargada de explosivos en el barrio Jordán dejó al menos quince personas heridas. Este atentado se produjo solo horas después de otro incidente violento en el barrio Ciro Velasco, donde un artefacto explosivo estalló frente al cementerio central de Jamundí, hiriendo a una mujer. Además, el martes pasado una granada explotó en las afueras de la Cárcel de alta y mediana seguridad de Jamundí, dejando tres personas heridas, mientras que en los días previos se registraron otros ataques, como el uso de drones contra militares en el corregimiento de Robles y una explosión en una vivienda en el barrio Ciudad de Dios.
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Aunque algunos de estos ataques podrían estar relacionados con la delincuencia común, fuentes militares han señalado que detrás de varios de estos atentados estarían las disidencias de las FARC, lideradas por Iván Mordisco, quienes buscan desestabilizar la región y generar presión sobre las Fuerzas Militares en el Cauca, donde han perdido terreno en los últimos meses.
El senador Carlos Fernando Motoa advirtió que estos ataques podrían ser un “coletazo” de las operaciones militares en el Cauca, pero también una reactivación de la violencia en la región, que se había visto algo contenida durante la realización de la COP16 en la capital vallecaucana. Motoa destacó que las recientes masacres y ataques con explosivos en Jamundí y Palmira reflejan la necesidad urgente de reforzar la seguridad en el Valle del Cauca, especialmente ahora, con el incremento de la violencia en el Sur Occidente colombiano.
La situación preocupa a la ciudadanía, que pide una respuesta más contundente de las autoridades locales y nacionales, en especial ante la proximidad de la temporada de fin de año, cuando la violencia tiende a recrudecer.