Historias

La tragedia de Armero, le arrebato a sus abuelos

Hemos escuchado desde niños, que soñar no cuesta nada. Y tal vez eso le paso a Jessica Paola Miranda Ramírez, desde muy niña, se propuso cumplir su sueño de ser parte de la policía nacional, para servir a Colombia.

En un dialogo casual, Jessica nos contaba un poco de su vida, de su trasegar a través de las dificultades, que la han convertido en lo que es hoy.

“Las personas que hemos tenido que labrar nuestro destino, a pulso, con disciplina, con perseverancia, entendemos el verdadero significado de la vida, y yo siempre escuche en mi hogar, quien no vive para servir, no sirve para vivir. Así que desde muy niña, siempre estaba inmersa en las actividades que tenían que ver con ayudar a las demás personas, creo que era una forma de salir de mis problemas, de mis angustias” narraba Jessica.

Esa lucha incansable de esta mujer de 31 años, ibaguereña, empezó a dar sus frutos, cuando logro presentarse al proceso de incorporación de la policía nacional en el año 2016, logrando pasar todos los filtros hasta ser seleccionada, para integrar a las mujeres que harían parte del curso 031 de la escuela de policía “Provincia de Sumapaz” en el municipio de Fusagasugá.

Y allí estaba ella, formando entre las 300 mujeres que se preparaban profesionalmente para poder salir a las calles y prestar un servicio de calidad a Colombia, en nuestro proceso de investigación, hablamos con sus compañeras de curso, y todas concordaron en que Jessica, la entonces estudiante Miranda, sobresalía por su amor al deporte y por su carisma para con los demás, siempre estaba pensando en cómo ayudar a alguien.

Pasado un año, se graduó de la escuela para recibir el titulo y la placa, que la convertirían ahora, en la señorita Patrullera Jessica Paola Miranda Ramírez, su primera destinación para laborar, fue a la ciudad de Cartagena, en la costa atlántica de Colombia.

Su paso por esta unidad fue muy corto, tan solo duro un mes laborando allí, debió solicitar un traslado urgente para la ciudad de Ibagué, de donde era oriunda. De forma muy íntima, Jessica, nos permitió conocer que el motivo de su solicitud de traslado no tuvo nada que ver con no querer recorrer y conocer todo Colombia, por el contrario era parte de su sueño, el verdadero motivo, estaba relacionado con su señora madre. La mamita de nuestra protagonista, para ese entonces fue diagnosticada con cáncer, e iniciaba un proceso médico que requería de su hija, su única hija. Así que Jessica sin pensarlo dos veces, solicito a sus superiores el traslado de unidad urgente, el cual fue autorizado sin ningún contratiempo.

Pues bien, aquí empieza a tomar rumbo nuestra historia central, Jessica, llega a Ibagué, a su ciudad natal, a prestar el servicio a la comunidad como patrullera de la policía nacional, desde entonces a pesar de sus problemas familiares y dificultades personales, inició lo que ella llama “el amor por los abuelos”.

Si, la historia principal de esta crónica es darle a conocer a todos ustedes, que en la policía metropolitana de Ibagué, trabaja una mujer, excepcional, comprometida, y garante de los derechos de la tercera edad.

Esta mujer aguerrida, hace parte del grupo de gestión comunitaria de la estación norte, en el barrio el salado, todos los días patrulla en una moto uniformada las calles de la comuna 9, buscando encontrar una historia de vida, que le permita ayudar.

Tal vez se estarán preguntando, ¿por qué ayuda a los abuelos en condición de calle?, pues bien la respuesta a este interrogante se remonta al 13 de noviembre del 1985, fecha en que ocurrió la tragedia de armero, como recordaran, de acuerdo con cifras oficiales, se habla de que en esta avalancha, fallecieron un aproximado de 25.000 personas, y dentro de estas, se encontraban los 4 abuelitos de nuestra patrullera Jessica Miranda.

El tiempo no le permitió conocer a sus abuelos, pero creció viendo un retrato de ellos que sus padres tenían en la sala de la casa; de niña, preguntaba constantemente quienes eran ellos, y al paso del tiempo, a medida que iba creciendo, extrañaba con más fuerzas, la presencia de sus abuelitos.

Los extraña tanto, que en lugar de vivir triste pensando en el ¿Por qué? decide emprender una labor titánica desde su profesión, para ayudar a las personas de la tercera edad, que han sufrido la tragedia del abandono.

“Creo que el no conocer a mis abuelos, y no poder sentir ese amor que un abuelito profesa, me dejo vacíos en mi corazón que durante muchos años me hacían sentir mal, de extrañarlos, pero fue gracias a mi profesión como policía que entendí, que ayudando a estas personas, logro sanar y alimentar mi amor por mis abuelos” contaba Jessica.

Ya se cumplen 3 años, en los que nuestra patrullera en medio de su labor como Policía, dedica el tiempo para ayudar a los abuelitos que deambulan por las calles de Ibagué, su dedicación, y pasión por la ayuda comunitaria, la han convertido en la luz de esperanza de más de 15 abuelitos, a los que ha logrado impactar de una u otra forma.

Jessica, a través de la gestión comunitaria e interinstitucional, a logrado recibir ayuda de fundaciones, comerciantes, de sus compañeros y superiores, que le han permitido aportar en el mejoramiento de calidad de vida de los abuelitos que ha conocido en medio de su labor.

“Agradezco a la fundación, santuario del divino niño, quienes se han convertido en el hogar de muchos abuelitos que han sido dejados en abandono por sus hijos y familia, agradezco al comercio, por su aporte desinterés a esta causa, a mis compañeros y superiores, por su confianza, por su voluntad, y por incentivarme a seguir adelante, con estas actividades que me engrandecen como mujer” finalizo Jesica en su relato.

La patrullera Jessica Miranda, ha firmado un compromiso por seguir en esta labor social, que la convierte en una mujer que inspira. De su historia de vida, nos queda por contar, que en el mes de septiembre del año 2023, desafortunadamente falleció su señora madre. Es casada con un administrador de empresa, y es madre de una hermosa niña de 6 años.

Son historias como las de esta mujer que nos inspiran a seguir trabajando con compromiso por Colombia, ella es un ejemplo para todos.

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